Septiembre llega con otra de las fechas importantes en el calendario del camino a la Exposición Internacional de 2027. Málaga será, entre el 26 y el 30 de septiembre, la cuarta ciudad que visite la misión del Bureau International des Expositions (BIE), el ente que organiza las exposiciones, para evaluar in situ la candidatura de la ciudad. Málaga será la cuarta de las ciudades candidatas a acoger el evento que reciba la visita de los organizadores, sólo por delante de Minnesota (Estados Unidos). 

La misión del BIE ya ha pasado por Phuket (Tailandia) y se encuentran ahora mismo en San Carlos de Bariloche (Argentina), antes de visitar Belgrado (Serbia), parada previa a Málaga. Este es un paso clave en la candidatura, porque los organizadores deben evaluar y comprobar que es factible y viable que la candidatura se pueda desarrollar en los términos que los propios países han desarrollado en el dossier que ya han presentado al comité. 

Después de estas visitas, en octubre Málaga deberá pasar el segundo "examen" –el primero fue la propia defensa de la candidatura el pasado junio–. Entonces, el BIE se reunirá para decidir qué candidaturas son viables y se mantienen en la carrera y cuáles deben ser desechadas ya que el organismo no las considera factibles. 

No parece ser que vaya a ser un problema para la candidatura malagueña, que en la anterior visita del presidente del BIE ya recibió halagos por las posibilidades que tenía de hacerse realidad y los planes que tenían para las infraestructuras que se levanten para la Expo una vez esta termine, siendo esta una de las principales preocupaciones del comité. 

Con esto, sólo quedará el último y más importante de los exámenes, la decisión final del comité que se hace mediante voto secreto de todos los países que forman parte del BIE en junio de 2023. 

En el dossier presentado por la candidatura malagueña se detalla que se esperan recibir 3,1 millones de visitantes, contando con 7,5 millones de visitas en total. 

En lo que se refiere a lo económico, el coste total de la Expo superaría los 860 millones de euros. Sin embargo, esperan unos beneficios de entorno a 700.000 euros, después de una "amortización acelerada". En estos costes incluyen un total de gastos se sitúa en 256,7 millones de euros. Además, se estima que el capital social de la sociedad que se cree –en la que se incluya a todas las administraciones– debería situarse en torno a los 540 millones de euros.