Maternidad subrogada: de Málaga a Grecia o Georgia para tener un hijo

Dos parejas heterosexuales de la provincia en las que ambas mujeres tienen problemas médicos e intentaron adoptar, recurren a vientres de alquiler

Vientres de alquiler, ¿sí o no?

Parejas malagueñas buscan 'vientres de alquiler' hasta por 200.000 euros

Ilustración de la maternidad subrogada.
Ilustración de la maternidad subrogada. / Izquiano

Málaga/Son muchas más en la provincia. Pero Málaga Hoy conoce los detalles de un par de parejas que en este momento tienen avanzado su proceso de maternidad subrogada para tener un hijo. Llevan años batallando para cumplir su sueño de ser padres. Proyectos truncados primero por una enfermedad y luego por el engorroso y lento trámite de adopción. Así que en ambos casos han optado por recurrir a un vientre de alquiler, una técnica de reproducción asistida que está en el centro de la polémica tras el caso de Ana Obregón.

Los dos casos se llevan a través de Universal Surrogacy, un bufete jurídico con sede en Málaga que en la actualidad tiene una treintena de procesos en marcha en todo el país. La gestación subrogada no está permitida por la legislación española. Por eso, muchas personas recurren a gestantes en el extranjero donde sí está contemplada.

El abogado de Universal Surrogacy, Miguel González, apunta que el artículo 10 de la Ley de Reproducción Asistida de España señala que este tipo de contratos serán nulos de pleno derecho. “Pero no es ilegal, sino que no está legalmente regulado. Algo ilegal es un delito”, sostiene.

Los casos de estas dos parejas malagueñas corresponden a personas heterosexuales que no tienen hijos porque ambas mujeres presentan problemas médicos para gestar. Así que han recurrido a donación de óvulos y un vientre de alquiler. Sin embargo, los padres serán los progenitores biológicos ya que los embriones se han conseguido con su esperma. En ambas circunstancias, las parejas intentaron la adopción, pero el proceso era tan complejo y demoraba tanto que al final se decantaron por la maternidad subrogada.

Dice González que prefieren no dar su testimonio. “Con toda la polémica que genera este asunto, temen el linchamiento público en las redes sociales y que los señalen como criminales”, asegura. Por la experiencia que tiene tras haber llevado numerosos procesos a parejas de toda España, explica que aunque la mayoría suele contarlo en su entorno más íntimo, hay casos en los que las mujeres fingen un embarazo hasta con cojines a la hora de salir a la calle.

En uno de los casos, la mujer sufre una endrometriosis severa que le impide engendrar. Esta pareja ha recurrido a gestación subrogada en Grecia. La mujer gestante ya está embarazada de unos dos meses. El proceso fue autorizado por un juzgado y es esta sentencia la que permitirá inscribir al bebé como hijo de la pareja en el Registro Civil del Consulado de España en Atenas.

El otro caso está en marcha es en Georgia. La mujer, que quiere ser madre, no puede serlo porque perdió el útero debido a un cáncer. Así que no podía acudir a reproducción asistida. Pero sí intentó adoptar. El problema fue que debido a su patología oncológica, debía esperar un tiempo de recuperación y se alargaba el proceso casi una década. Así que finalmente el matrimonio decidió recurrir a un vientre de alquiler. Una clínica de ese país ya ha conseguido los embriones y ahora está preparando a la mujer gestante para transferírselos.

Ambas parejas malagueñas son de clase media con capacidad económica como para afrontar los 80.000 que cuesta en Grecia o los casi 70.000 de Georgia. “Para hacerlo en Estados Unidos hay que ser famoso o tener una buena chequera”, apunta González. Porque allí el coste oscila entre 120.000 y 200.000 euros. Dice el abogado que estas dos parejas “llevan toda la vida queriendo formar una familia” y que afortunadamente tienen trabajos que les permiten afrontar semejante gasto.

Precisamente este es el principal argumento de los defensores de que la práctica se permita en España: que puedan acceder a ella un mayor número de personas y no sea exclusiva de parejas con un poder adquisitivo elevado como para afrontar una inversión de, como mínimo, 70.000 euros.

Por contra, sus detractores esgrimen que es una forma de violencia hacia la mujer gestante. Añaden que pese a que ésta soporta un embarazo de nueve meses y un parto, es la que menos se beneficia económicamente de una práctica convertida –recuerdan– en un negocio.

Estos casos vuelven a saltar a la palestra de forma periódica, cuando se conocen casos de famosos que han sido padres con vientres de alquiler. Miguel Bosé, Ricky Martín, Cristiano Ronaldo y Ana Obregón, entre otros. En Málaga, hace mucho más de una década que parejas heterosexuales o gays vienen recurriendo a esta técnica en clínicas del extranjero para hacer realidad su deseo de ser padres. De hecho, los primeros se toparon con problemas luego a la hora de inscribir a sus hijos. Por eso, la Dirección General de los Registros y del Notariado dio una instrucción en 2010 para que este trámite pudiera realizarse cumpliendo determinados requisitos. Instrucción que ahora los detractores de la práctica pretenden que se elimine, habida cuenta de que no es una técnica autorizada en España.

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