Málaga

Muere, acompañado de su hijo, Ablaye, el senegalés terminal ingresado en el Costa del Sol

Ablaye, el día que se reencontró con su hijo.

Ablaye, el día que se reencontró con su hijo. / M. H.

Ablaye Mboup, el senegalés ingresado en el Hospital Costa del Sol de Marbella con una enfermedad terminal y que cumplió la última voluntad de despedirse de su hijo mayor, ha fallecido en la madrugada de este domingo junto a su primogénito en el centro sanitario. Uno de los enfermeros que lo trató, Pablo Guardado, ha relatado a Efe los últimos días de vida de Ablaye, cuando el senegalés sacaba "fuerzas de no sabemos dónde”, con una tensión “muy baja" y "muy decaído, pero tranquilo” junto a su hijo, “que no se ha despegado de él en ningún momento” desde su llegada a España, gracias a una campaña que agilizó la concesión de su visado.“Ayer por la mañana –sábado- comenzó con dificultad respiratoria y signos de sufrimiento”, por lo que los médicos empezaron a temerse lo peor –ha explicado Guardado-, lo que hizo que su cardiólogo, Rafael Bravo, que estaba de descanso, fuese a verlo al hospital por el vínculo especial que ambos tenían. “A las 1:30 de la madrugada Ablaye se apagó”, ha lamentado el enfermero, que ha explicado que, aunque su hijo se lo esperaba, por la tarde estaba llorando porque no quería que su padre sufriera y ahora está iniciando los contactos para intentar repatriar el cuerpo de su pariente a Senegal.Guardado ha manifestado que el personal del hospital está “apenado” debido a la “implicación emocional” que han tenido con Ablaye, que estuvo ingresado más de un mes y medio, que había hecho de la unidad de cardiología “su familia” y que se había convertido en “el paciente de todos”.Tras varios meses de gestiones con distintas administraciones, finalmente el Consulado de España en Dakar facilitó hace unas semanas a Cheikh, el mayor de los tres hijos de Ablaye, un visado de tres meses para viajar a España y poder acompañar a su padre en sus últimos días de vida. "Entonces fue un momento agridulce porque estaba grave, con cuidados paliativos y sabíamos que se moría, pero se cumplió su deseo de ver a su hijo y poder despedirse. Hoy es un momento triste", comentó Rafael Bravo en declaraciones a Málaga Hoy. Ablaye, que tenía 60 años y vivía solo en España, sufría una enfermedad rara llamada hipertensión arterial pulmonar que le provocaba fatiga, mareos, acumulación de líquido en el abdomen, pérdida de peso y problemas de corazón, entre otros síntomas, por lo que los médicos le auguraban pocos días de vida.La última voluntad de Ablaye era poder ver por última vez al mayor de sus tres hijos, Cheikh, que tiene 28 años y trabaja como carpintero en Dakar, donde viven también su mujer y sus otros dos vástagos, un deseo que finalmente pudo cumplirse. Este reencuentro ha sido posible gracias al personal sanitario del Hospital de Marbella, entre ellos el enfermero Pablo Guardado, quien impulsó una petición a través de la plataforma Change.org para conseguir agilizar la obtención del visado para el hijo de Ablaye, una demanda que consiguió más de 63.000 firmas

El hijo de Ablaye consiguió el visado para viajar a Málaga tras "muchísimas dificultades a nivel burocrático" con las que se encontró, pero gracias a la iniciativa del enfermero, el padre pudo cumplir su última voluntad de verlo y darle el último adiós. 

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