El nombre de Javier Bustinduy quedará para siempre ligado al Metro de Málaga. A este ingeniero de Caminos, que falleció ayer, corresponde la autoría de la solución técnica mediante la que la Junta de Andalucía modificó el trazado del suburbano allá por el año 2006. La intención de la Administración regional no era otra que evitar Cruz de Humilladero y el Paseo de los Tilos, zona que se estimaba sensible a los posibles envites de la obra. El temor era mayor tras lo ocurrido en El Carmel, en Barcelona, donde unas obras ferroviarias ocasionaron un gran socavón.

Ante el encargo, Bustinduy concibió una de las grandes innovaciones ingenieriles en el desarrollo de la infraestructura malagueña. Dibujó un sistema mediante el que las dos líneas del suburbano, la procedente de Carretera de Cádiz (línea 2) y Teatinos (línea 1), coincidiesen al mismo nivel físico en una misma estación, el intercambiador de El Perchel. Con la maniobra sugerida, que incluso se extiende hacia la estación Guadalmedina, en el piso superior de esta parada es posible hoy que los trenes de la línea 2 en sentido este y los de la 1 en sentido oeste coincidan, situación invertida en el nivel inferior. Con ello, los pasajeros pueden cambiar de ramal caminando apenas siete metros.

Vecino de Torre Retiro, donde tenía su domicilio y su empresa, trabajó en múltiples empresas como EYSER, Metro de Madrid, como responsable de las Operaciones. Fue el primer director y fundador de las Cercanías españolas a las que concibió como un modo de transporte metropolitano y moderno. Bustinduy retornó en 1992 a la actividad privada creando junto con otros colegas de Renfe la consultora BB&J que ha realizado trabajos de Consultoría e Ingeniería de Transporte en la práctica totalidad.