Málaga

El Obispado asume la propiedad del Hospital de Santo Tomás

  • No aclara qué uso tendrá el inmueble, que se queda tras condonar las deudas de su anterior dueño

La propiedad de uno de los edificios emblemáticos del centro histórico de Málaga, el antiguo Hospital Santo Tomás Apóstol, pasa a manos del Obispado de la provincia. El paso se produce tras la extinción dela Fundación Benéfico Particular que lleva el mismo nombre que el inmueble y una vez el Obispado ha pagado y asumido las deudas que éste ente mantenía, entre otros, con la empresa constructora a la que se había contratado la rehabilitación urgente de la construcción.

Si bien la noticia se conoció ayer, la realidad es que los hechos son anteriores en el tiempo. Muestra de ello, según la información aportada por la propia Diócesis, el cambio de propiedad se formuló tras la extinción de la citada función, lo que tuvo lugar el pasado mes de diciembre. Así consta en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (Boja) del pasado 14 de diciembre.

En el citado documento se resolvía no sólo la inscripción de la extinción de la funcación sino también se acordaba "la adjudicación del remanente, bienes, derechos y obligaciones dela fundación", concretados en el edificio situado en el número 31 de la calle Santa María. Esta misma resolución precisa que fue el 23 de julio del pasado ejercicio cuando el Consejo Diocesano de Asuntos Económicos acordó "unánimente" aceptar el antiguo hospital a cambio de condoncar "las deudas que la Diócesis ha asumido en su nombre de la fundación frente a terceros". El interrogante sobre qué va a ocurrir con esta construcción, localizada justo enfrente de la Inglesia del Sagrario de la Catedral, está aún por responder. La única alusión que se hace desde el Obispado, en una noticia colgada en su web, es que "prestará un gran servicio a la ciudad desde su identidad religiosa".

La documentación recopilada indica que este hospital fue fundado en 1505, tras la Reconquista, y su creación responde a la donación de Diego García de Hinestrosa, caballero de los Reyes Católicos que lo destinó a sanatorio de carácter benéfico. El terremoto de 1884 destruyó gran parte del edificio, siendo reconstruido posteriormente por el arquitecto Juan Nepomuceno Ávila, incluyendo elementos gótico-mudéjares muy característicos en su fachada.

En la misma predominan los arcos ojivales, la decoración a base de azulejos vidriados y dos escudos en los que puede leerse la fecha de la fundación del hospital y la de la reconstrucción del edificio. Durante varias décadas, el inmueble ha permanecido cerrado y sin uso, si bien años atrás llegó a vincularse con la posibilidad de convertirse en un centro cultural bajo la gestión de la entidad financiera Unicaja.

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