Una entreplanta para poder poner "reservados para los clientes VIP" pretendían construir en dos casetas distintas –una de ella ocupaba dos espacios– a las que la Gerencia de Urbanismo ha tenido que paralizar las obras a un día de empezar la Feria. 

En la inspección de los técnicos de Comercio para dar la licencia de apertura a los establecimientos, estos se cercioraron de que algo no iba según lo habitual y demandaron a la Gerencia de Urbanismo que comprobase si las adecuaciones que se estaban llevando a término en el interior de los recintos estaba conforme a lo permitido. 

Una vez los técnicos de Urbanismo comprobaron que la estructura que estaban construyendo constituía una infracción se abrió expediente a los responsables, que deberán subsanar todo aquello que sobrepase lo autorizado para poder abrir la caseta. 

El concejal de Urbanismo, Raúl López, confirma que es "habitual" que algunas casetas se excedan en las obras que pueden hacer en el interior, que normalmente son la "construcción de barras, baños alguna tarima como escenario o el techado de las mismas", para lo que es necesario una declaración responsable y no una licencia de obras al ser considerados trabajos menores. 

Pero esta declaración responsable no permite levantar nuevas estructuras, como se estaba haciendo en el interior de estas casetas con la justificación de crear un espacio "para reservados para los clientes VIP". Esto es normal en las discotecas, en las que se crean espacios separados de la pista de baile en la que los clientes que lo deseen pueden pedir botellas o productos más caros, en un espacio compartido sólo por clientes que cuenten con el mismo reservado que ellos. 

El recinto ferial, que gana protagonismo en esta edición, cuenta con 121 casetas ubicadas en 241 módulos y tiene una nueva decoración artística en sus principales calles. De las 121 casetas que alberga, cinco son municipales. Y hay una de las casetas a las que se ha concedido una licencia de estanco y ofrecerá también la venta de tabaco. 

La totalidad de estas casetas de la Feria están montadas con 21.531 metros cuadrados de recubrimiento exterior (laterales y fondos) con paneles metálicos tipo sándwich, más resistentes, con un mayor grado de insonorización y un menor coste y tiempo de montaje.

El Cortijo de Torres dispone de 57 casetas con aseos adaptados y dos grandes aseos públicos en el exterior para personas con movilidad reducida. También uno de los dos cajeros automáticos existentes en el real es adaptado.