Los casos de bronquiolitis se han adelantado con respecto a otros años y están aumentando rápidamente. Por ello, el Materno ya ha activado su plan de contingencia, ha dispuesto la redistribución de camas y ha reservado zonas específicas para las patologías respiratorias en previsión de que ese incremento continuará en las próximas semanas.

“Y los casos de gripe vienen detrás”, advierte la jefa de Pediatría del Hospital Regional, Esmeralda Núñez. Contra el virus sincitial respiratorio (VSR) causante de la broquiolitis no hay vacuna, pero contra la gripe sí. Por eso, la pediatra insta a vacunar a los niños sanos de 6 a 59 meses, una inoculación que por primera vez ha autorizado el Servicio Andaluz de Salud (SAS)de forma gratuita.

“Ya está en ascenso el virus sincitial que es la antesala de la gripe. Y la gripe, que ha estado dormida durante la pandemia, viene detrás”, abunda Nuñez. Ante el aumento de casos de bronquiolitis, el Materno activó este martes el plan de contingencia que consiste en redistribuir los ingresos en las plantas para dejar camas libres en previsión de la “avalancha” del VRS y de otras patologías respiratorias.

Según explica la pediatra, antes de la pandemia, el ritmo de las infecciones respiratorias por VRS comenzaba a acelerarse después del puente de la Constitución y el pico solía registrarse en febrero. Pero ese aumento del virus sincitial ya ha empezado; por lo que se prevé que también se anticipe la gripe.

Ante este escenario, Núñez insiste en la importancia de vacunar contra la gripe –además de a los niños de riesgo como todos los años–, a los sanos autorizados por el SAS ya que el nivel de inoculación del 11% es todavía muy bajo.

Explica que el objetivo de esta campaña infantil que se amplía a los menores sanos de 6 a 59 meses es doble. Por un lado contribuir a una menor circulación de la gripe y por otro evitar casos graves en niños por la llamada sobreinfección bacteriana. Es decir, que sufran una patología respiratoria por un virus a la que se le sumen neumonías u otitis causadas por bacterias. “Porque la gravedad es mayor cuanto más virus tenga”, señala. Y, si están inmunizados contra la gripe, están más protegidos.

Recuerda que los niños son los que más se infectan de la gripe (aunque en la mayoría de los casos la patología cursa de forma leve), que son los que más ingresos hospitalarios registran después de los mayores de 80 años y los máximos transmisores de este virus. “Y lo pueden transmitir a personas vulnerables, como sus abuelos”, advierte la pediatra.

Además de aconsejar la vacunación antigripal a todos los grupos de riesgo, hace especial hincapié en la inmunización de las embarazadas. No sólo para que ellas, si se contagian, pasen la enfermedad con menor gravedad sino porque también así transmiten las defensas a su hijos. Si la madre se vacuna contra la gripe, su bebé está protegido aproximadamente hasta los seis meses de vida.

Como frente al VRS no hay vacuna –sólo se administran unos anticuerpos monoclonales a niños de riesgo– para atajarlo recomienda utilizar mascarilla, gel y lavado frecuente de manos para estar en contacto con los bebés cuando se tiene mal cuerpo, sobre todo con los menores de tres meses. Una precaución que no sólo deben observar los adultos, sino también los hermanos mayores.