Con medio año de retraso la obra del Metro hizo ayer acto de presencia en la zona de El Perchel, cuyos vecinos y comerciantes han empezado a sufrir en carne propia las penurias de las que ya son buenos conocedores los residentes de Carretera de Cádiz, calle La Unión y la Avenida Juan XXIII, entre otras. Un hecho que da muestra de la expansión que, con paso excesivamente lento, ya tienen los trabajos de ejecución del suburbano malagueño y que, previsiblemente, en no muchos meses hará que se adentre en el mismo centro de la capital a través de la Alameda Principal.

El comienzo de los trabajos en este nuevo tajo, el cuarto de ramal a Teatinos en el que ya actúan las máquinas, fue ensalzado por el director del Metro, Enrique Salvo, como un momento "muy importante". "Especialmente por lo que significa el inicio del ramal que nos lleva hasta el Guadalmedina, desde el que continuaremos hacia la Alameda Principal, el Parque y el Paseo de Reding", expuso. El responsable autonómico demandó "la comprensión" de los ciudadanos, en especial de los residentes y los conductores, por las molestias que van a generar los trabajos.

Según expuso el director del suburbano, las primeras tareas de los operarios de la empresa adjudicataria, una unión temporal integrada por Ortiz y Ecasur, tuvieron como consecuencia el cierre total al tráfico de esta vía. Desde las 14:30 de ayer ni un solo vehículo pudo circular por Callejones del Perchel, circunstancia por la que se ha habilitado como principal alternativa la calle Gabriel Celaya, en la que se ha aumentado el número de carriles. Desde el Metro se recomendó a los vehículos que busquen la Plaza de la Solidaridad que discurran por la Avenida de las Américas.

El tramo objeto de la actuación tiene unos 300 metros de longitud, al que habrá que sumar en una segunda fase de la actuación otros 400 metros desde la Glorieta Albert Camus hasta la fachada del edificio de Correos, en la Avenida de Andalucía. En la parte ahora ocupada, según indicaron desde el ente Ferrocarriles Andaluces, empezará a trabajar una sola máquina en la ejecución de los muros pantalla que darán forma al túnel, a la que, previsiblemente, se sumará otra de forma inmediata. La duración de la obra en superficie en este tajo, que es la que más molestias genera, se prolongará unos 13 meses, a excepción de la rampa de extracción de tierras cuya duración se alargará más en el tiempo. Una vez construidas las pantallas, los operarios iniciarán la excavación del túnel, trabajando bajo tierra y posibilitando la apertura al tráfico de la vía.

El tajo en su totalidad va a suponer un coste de 49 millones, con un plazo global de unos 18 meses. Esta parte del trazado de la línea 1 (Malagueta-Los Asperones) contará con una sola estación que tendrá tres bocas de acceso y que estará ubicada en las cercanías de El Corte Inglés. Esta parada dispondrá de un vestíbulo principal, uno intermedio y un andén central.