Una plaga de langostas, grillos y saltamontes amenaza la cosecha en Coín, Alozaina y Casarabonela

El tamaño de las especies dificulta la efectividad de las medidas a adoptar

De momento, 409 hectáreas y 55 fincas afectadas

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Un saltamontes en una imagen de archivo
Un saltamontes en una imagen de archivo

Una plaga de insectos amenaza la cosecha de Coín, Alozaina y Casarabonela. En concreto, se han detectado seis especies identificadas de ortópteros entre los que se encuentran la langosta, el grillo y el saltamontes. En total, son 409 hectáreas y 55 parcelas las afectadas con mayor o menor presencia de estos animales que se comen el fruto y su hoja. "Estamos hablando de entre cinco y seis ejemplares por metro cuadrado", confirma Benjamín Faulí, responsable de la oficina de Asaja de Vélez-Málaga.

La presencia inusual de estos insectos fue alertada por los técnicos de la Junta de Andalucía el pasado 13 de junio con la preocupación de que esta alta concentración de langostas, grillos y saltamontes no creciese. Ahora, la problemática a la que se enfrenta la administración es la efectividad de las medidas que se puedan adoptar. "El insecto tiene un tamaño muy grande", plantea Jaulí, por lo que las medidas ya no tendrían el efecto deseado. Sí ha asegurado a este periódico que durante septiembre se labrarán todas las cosechas afectadas para eliminar la posibilidad de que crezcan nuevas larvas.

Los cultivos más afectados por esta plaga son el cereal y el olivo, con la preocupación de que "pueda ir a más". En cuanto al detonante, no existe todavía una teoría clara a la espera de analizar la evaluación, pero se barajan las lluvias de primavera como una de las hipótesis. "Ya hubo concentración en años anteriores", recuerda el responsable de Asaja Málaga.

Ayuda para los agricultores afectados

Los agricultores, en coordinación con la administración, ya trabajan en la "posibilidad" de controlar esta plaga con el hándicap del tamaño de las especies. En este sentido, "se plantea hacer un seguimiento y hacer las aplicaciones cuando sean posibles". En cualquier caso, desde Asaja insisten en que los agricultores que observen alguna anomalía en sus fincas se pongan inmediatamente en contacto con ellos para evitar males mayores.

Igualmente, la asociación agrícola, ya estudia con la Junta de Andalucía posibles ayudas en compensación a las pérdidas que pueda ocasionar esta plaga en fase embrionaria. Es el agricultor, en cualquier caso, el que tiene le tiene que hacer frente y, en este sentido, el Gobierno andaluz ya valora "en el caso de que hubiera un afectado particular" compensaciones económicas para los productos que se empleen en el tratamiento de esta alta concentración de langostas, grillos y saltamontes. Las especies se están distribuyendo de forma irregular: "Van a donde hay más comida", sentencian desde Asaja.

El tiempo, crucial

En Málaga hay iniciativas tecnológicas que utilizan la inteligencia artificial para detectar no solo riegos ineficientes, sino comportamientos anómalos como la reducción de la productividad o la proliferación de plagas, que pueden ser detectadas a través de visionado de imágenes que cruzan datos históricos de la cosecha. El tiempo, la variable más importante para amortiguar las hipotéticas pérdidas que puedan ocasiones este tipo de contratiempos.

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