Si durante años Málaga ha mirado a Barcelona como un referente a seguir desde el punto de vista urbanístico y desarrollo, ahora hace lo propio para un asunto mucho más concreto: construir un hotel de lujo en su puerto. El anhelo de la Autoridad Portuaria, que por vez primera vio la luz en el año 2006, en tiempos de Enrique Linde, trata de ser impulsado ahora por el actual presidente portuario, Paulino Plata, quien en un intento por conocer el complejo camino burocrático por el que tendrá que deambular el proyecto hotelero ha querido conocer de primera mano la experiencia de la Ciudad Condal y el conocido Hotel Vela.

Con este fin, Plata estuvo ayer en tierras barcelonesas. "El objetivo es conocer la experiencia de lo que se necesitó para impulsar el hotel del puerto de Barcelona", explicó el dirigente malagueño, que tras las conversaciones mantenidas fue categórico al incidir en que se trata de un asunto "complicado, que necesita de cubrir muchos trámites". De hecho, cualquier luz verde a una intervención de estas características requiere del acuerdo del Consejo de Ministros. Pero no sólo, porque como el propio presidente del puerto indicó, el buen discurrir de la iniciativa "depende mucho de la modificación del Plan Especial del Puerto", o lo que es lo mismo, del Ayuntamiento de la ciudad.

Un socio con el que tradicionalmente las relaciones han estado marcadas por la tensión pero que, como ahora Plata, apuesta también por convertir la plataforma ganada tras la construcción del dique de Levante, con unos 17.000 metros cuadrados, en la ubicación adecuada para un hotel de cinco estrellas. Muestra de esta coincidencia es que el propio alcalde, Francisco de la Torre, incluyó este inmueble en el paquete de propuestas estrellas con el que se presentó a la reelección en las elecciones locales del pasado 2011.

De acuerdo con los datos manejados por este periódico, una modificación del plan especial necesitará de "un buen número de meses". Dentro del procedimiento, más allá del aval del equipo de gobierno, se necesita, a su vez, del visto bueno de varios organismos, cuyos informes serán vinculantes. Y entre ellos, dado el deseo de que la construcción futura sea un referente arquitectónico en altura, se antoja clave el de Aviación Civil y la posibilidad de que no ponga excesivos límites en este sentido.

Plata explicó a Málaga Hoy que lo que sí ha podido ver es que hay partes del procedimiento urbanístico que se pueden realizar en paralelo. Ello hace que mientras se avanza en la aprobación de la modificación del plan especial, se pueden solicitar los informes sectoriales. Con todo, no parece factible pensar en un concurso público para adjudicar la concesión sobre la parcela, por un periodo de 50 años, este mismo año, como sí preveía el presidente portuario. "Tras la visita a Barcelona vamos a hacer una hoja de ruta con todos los hitos que hay que ir atendiendo y los plazos que pueden ser razonables", expuso.

Una de las novedades en el discurso manejado por Plata respecto al hotel es que parece descartar la opción de convocar un concurso de ideas para el diseño el inmueble. La razón dijo, es que este tipo de procedimientos genera unas expectativas y unos derechos de autor de difícil gestión ante la incertidumbre que genera el tiempo preciso para modificar el uso urbanístico de la parcela, de un lado, y la dimensión en altura de la propuesta. Ante este obstáculo, Plata abogó por hablar con el Ayuntamiento de la posibilidad de colaborar "en el diseño que se va a materializar en la zona de dique de Levante".

Hasta la fecha, sin que haya un solo documento oficial sobre la mesa, desde el puerto se destaca la existencia de varios grupos de inversores que habrían mostrado interés en esta intervención, cuyo valor puede rondar los 70 millones de euros. Incluso, el propio Plata habló semanas atrás de que dos de estas firmas habrían presentado incluso maquetas de edificaciones con hasta 450 habitaciones y de cinco estrellas.