Rellenarán el final del Guadalmedina para acabar con los malos olores

Rellenar con rocas, tierra y hormigón la desembocadura del río Guadalmedina. Esta es la solución adoptada por el Ayuntamiento de Málaga para poner fin a casi 15 años de quejas vecinales por los malos olores que manan del agua estancada en la parte final del cauce. Para ello, según dio a conocer ayer el alcalde, Francisco de la Torre, el Consistorio va a destinar 414.000 euros al desarrollo de unos trabajos que, en el mejor de los casos, podrían iniciarse este verano, si bien el propio regidor admitió la dificultad de que sea así por el periodo necesario para la redacción del pliego de condiciones y sacar la actuación a concurso.

La intervención constata el fracaso de las alternativas puestas sobre la mesa de forma continuada por el Consistorio, que no han evitado las molestias en el entorno. La más significativa data de 2004, cuando la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) ya trató de liquidar las molestias con un sistema de bombeo de agua de mar desde el Puerto hasta unas bocas junto al Centro de Arte Contemporáneo (CAC), con el que facilitar el movimiento del líquido y el aumento de la concentración de oxígeno en la zona con agua de mar.

El escollo constatado año tras año es que cuando la marea baja, el sistema de captación de agua se queda sin suministro, las bocas dejan de funcionar y el hedor vuelve. Según desveló ayer el alcalde, sólo el consumo eléctrico el mecanismo supone unos 50.000 euros anuales. Cifra que se puede ir a los 115.000 euros si se incluye la gestión global, a lo que añadir lo aportado en la limpieza del fondo.

El camino ahora anunciado por De la Torre sigue la línea de un proyecto realizado por la Empresa Municipal de Aguas hace ahora casi un lustro y que elevaba a unos 5 millones de euros la inversión necesaria. No obstante, el planteamiento era más ambicioso que ahora, puesto que planteaba dividir longitudinalmente la parte con agua del cauce, drenando la mitad para secarla, dejando libre la otra parte para facilitar el desalojo de agua si llueve. Los trabajos se estimaban en unos 6 meses, plazo semejante al que ahora propone el regidor.

De la Torre destacó la necesidad de que los trabajos se ejecuten en verano, coordinando los trabajos con el sistema de funcionamiento de la presa de El Limonero, puesto que cualquier apertura de sus puertas para evacuar agua podría dificultar el avance del proyecto.

El regidor confió en que participe en la obra la Agencia Andaluza del Agua, dependiente de la Junta de Andalucía, y del Puerto. "Queremos que el problema de los olores deje de existir", declaró, al tiempo que precisó que la idea es llevar el relleno del cauce hasta el puente del Carmen. La reserva de los 414.000 euros en los que se estima el coste forma parte de las modificaciones de expedientes de créditos aprobados ayer por la Junta de Gobierno Local en una sesión extraordinaria y que se cifran en unos 10 millones de euros. Los mismos incluyen tres millones de los fondos de contingencias, presupuestados en 2013, y que se destinan a pagar las obras de emergencias realizadas en la ciudad tras las lluvias de noviembre del ejercicio pasado.

La mayor cuantía, no obstante, con 1,4 millones de euros se destina a la adecuación de dos de las naves de Renfe, que serán destinadas a salas de ensayo para la banda de música municipal y otras agrupaciones de cornetas y tambores de la ciudad. Esta intervención ya cuenta con el proyecto básico aprobado por parte de la Gerencia de Urbanismo.

De otro lado, De la Torre destacó la aportación que se hace de un millón de euros a acciones sociales y apoyo a las familias, paquete en el que se incluyen 338.930 euros permiten incrementar la partida disponible para familias, lo que supone un 14% de aumento; otros 300.000 se aportan a Cáritas, para un proyecto de acompañamiento socioeducativo, y 100.000 a la Fundación Corinto.