El pasado martes aprovechando que las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza y San Eugenio Mazenod en el barrio de Ciudad Jardín estaban abiertas, varias personas entraron para robar.  Así lo cree su párroco, Ismael García, por la cantidad de material sustraído, entre ellos los ventiladores. "Cuando bajé a las 7:45 al encenderlos que los ya no estaban", declara el cura.

Aun así se celebró la misa y cuando las personas se marcharon el párroco se acercó a la Virgen y vio que también le faltaban las joyas. Por ello, fue a interponer una denuncia de los objetos robado: seis ventiladores que tenían en las paredes, un rosario de croché que tenía en la mano la Virgen, una medalla de oro, una cruz y dos broches. Aunque el párroco confiesa que no sabe en qué precio están valorados estos elementos porque son donaciones de las personas que frecuentan el lugar. "Todo era de oro porque ahí han dejado tres cositas que se ve qué saben que no tienen valor", declara.

Armarios abiertos y materiales tirados en uno de los salones parroquiales.

El valor de las joyas robadas no lo puede precisar, pero solo la megafonía ronda los 3.000 euros y los ventiladores están en torno a los 250 euros. El robo ocurrió coincidiendo con la Festividad de la Asunción de la Virgen.

Este jueves el párroco ha comprobado que una de las puertas de acceso a las salas parroquiales, justo encima de donde está la parroquia, estaba forzada. Por lo que tras darse una vuelta descubrió que todo estaba revuelto y que faltaban cosas. Altavoces, megafonía, equipos de sonido, dos microondas y varias cacerolas que usan para eventos solidarios y campamento de los niños. "Esto lo han tenido que hacer entre dos o tres personas para cargar con todas las cosas", declara.

En cuanto a los hechos ya están siendo investigados por la Policía Nacional con la toma de huellas. Todo ha quedado en un susto y no hay que lamentar daños aunque García asegura que "todavía tiene el miedo de que en algún momento entren con ellos allí, ya que viven justo encima de la parroquia con un padre más mayor que él".

Pared de la parroquia donde se encontraban los ventiladores

Los habituales de esta parroquia de barrio han expresado su indignación por lo sucedido, que no ha sido la primera vez, aunque sí cuando más cosas se han llevado, y ya piensan en organizar una colecta para reponer lo sustraído.

Años atrás, en el año 2001 sufrieron otro robo pero no tan grande como este. En ese año reventaron el sagrario pensando que era una caja fuerte y revolvieron todas las salas.