Ruta de Cuevas Bajas a Alameda: senda antequerana entre cortijos
Redescubriendo la provincia
La etapa 16 de la Gran Senda de Málaga nos conduce a través de una subida fronteriza por olivares, lagunas y amplios paisajes
La ruta que enlaza a Cuevas Bajas con Alameda podría parecer en un primer momento larga y monótona, pero nada más lejos de la realidad: esta etapa 16 de la Gran Senda de Málaga por suerte cuenta con bastantes elementos que nos mantendrán entretenidos dando dinamismo al paisaje (como si el paisaje fuera un elemento de marketing o algo por el estilo y estuviera obligado a procurarnos entretenimiento como de un tiempo a esta parte parece que lo están los Ayuntamientos).
En fin, sea como fuere, este camino discurre a lo largo de poco más de 21 kilómetros de longitud, lo que nos mantendrá en movimiento (aunque no sabemos si contentos o realizados) cerca de cinco horas. Algo menos de las horas que pasamos en Netflix diariamente.
A lo largo del camino nos tropezaremos con lagunas como la de la Sarteneja, las cuales suponen verdaderos oasis para un sinnúmero de animales. Además, cuantiosos serán los cortijos que jalonen el trazado, donde, como si fuéramos Ana Iris Simón, nos imaginaremos que echamos de menos una vida más sencilla apartada del mundanal ruido de las ciudades, y todas esas tonterías que nos gusta creer.
De hecho, algunos de los cortijos con los que nos topamos están recogidos en publicaciones especializadas dadas sus características arquitectónicas, a caballo entre el señorío de las propiedades, la adecuación al clima de interior de la provincia y sus funciones de epicentro de la actividad agrícola y ganadera.
La senda bordea todo el norte de la comarca de Antequera, serpenteando por entre extensos olivares, pero, ya que Cuevas Bajas está al nivel del río Genil, antes deberemos empezar a ascender hacia el altiplano antequerano.
Así, buscando la loma de Andrés, la etapa decimosexta de la Gran Senda sale de Cuevas Bajas con dirección sur mientras deja a la izquierda el río Burriana.
Este río marca al principio la línea entre Cuevas Bajas y Córdoba, pero a los pocos metros el cauce es la linde entre Villanueva de Algaidas y Antequera. El recorrido fundamentalmente va por Antequera, pero el final es justo la linde entre Mollina y Alameda.
De esta forma, se encamina en un primer momento en dirección del Barranco Hondo, que es una rambla a menudo seca donde persisten los tarajes, adaptados a suelos salinos. Ascendiendo se llega, como hemos dicho, a la loma de Andrés, un altozano que permite observar el valle, Cuevas Bajas y Villanueva de Algaidas como protagonista del paisaje hacia el sudeste.
En lo alto de esta loma encontramos, entre olivares y secano, el primer cortijo del día: Pajariego. Alguno de los cortijos que se van a ver son tan grandes que hasta cuentan con capilla.
Existe la posibilidad de observar bastante fauna silvestre: destacan las liebres, conejos, perdices y tórtolas, la razón de ser de los numerosos cotos de caza menor de la zona.
Descendiendo ahora un poco alcanzamos el siguiente hito: el cortijo de San Ramón. También conocido como Casa del Conde es el paso previo para alcanzar las lagunas del cortijo de la Sarteneja.
La primera que se puede apreciar, frente a la cortijada, es la mayor. Somera, pero con una lámina extensa, este remanso acuático permite la presencia de fochas, garzas y flamencos.
Más adelante, cerca de una casa abandonada y separada de la anterior por una pequeña presa, y por unos grandes eucaliptos y un bosquecillo de tarajes, topamos con otra laguna de mayor profundidad. Está fuera de recorrido pero es interesante ya que mantiene el agua más tiempo, como demuestran los juncos y la presencia de patos buceadores como los zampullines.
Más adelante, la tercera charca: El Perezón. Aunque le ha dado nombre a la zona no presenta mucho interés porque es menos fluida.
Nosotros seguimos y utilizamos el paso elevado del kilómetro 83 de la autovía A-45 para llegar al otro lado. Una vez salvada la vía, hay que cruzar por medio de las numerosas construcciones del nuevo cortijo, el de la Capilla, donde el olivar y el secano malagueños se muestran en todo su esplendor.
La siguiente cortijada es la del Realengo, que en este caso está situada junto a la carretera que lleva a Palenciana, hacia donde no nos encaminaremos sino queremos salirnos de la provincia.
Nosotros seguimos hacia la Vega Alta y hasta el cortijo de la Serafina. Justo al lado de esta casa hay algunos reductos de encinar que se encontraba en esta zona antes de que el hombre le metiera mano.
Continuamos y el siguiente cortijo (o casa de campo, para los pijos) es el cortijo del Duende que señala la ruta hacia la cabecera del arroyo Gaén.
Y poco más: un corto tramo más por el olivar del Yedrecillo, se pasa al lado de una amplia zona de aparcamiento de caravanas y se llega cómodamente al cruce de carriles del Ventorrillo, al este de la población de Alameda donde termina el largo tramo de la etapa 16.
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