Urbanismo acepta cambiar a comercial el uso de los terrenos de Muelle Heredia

El Plan Especial de Puerto de Málaga, el documento que ordena los urbanísticamente los usos posibles en el recinto portuario, queda nuevamente abierto al debate. El Ayuntamiento, ante la demanda que viene realizando la Autoridad Portuaria desde hace meses, accede a analizar un posible cambio en la calificación de los terrenos de Muelle Heredia, sobre los que en la actualidad se proyecta un gran complejo de oficinas, con el fin de que pasen a tener consideración de comercial.

Los numerosos contactos mantenidos hasta la fecha entre los dos organismos públicos apuntan a un principio de acuerdo respecto a la reclamación de la institución presidida por Paulino Plata, que viene incidiendo en la ausencia de interés privado en desarrollar un proyecto sobre esta franja de terreno con las actuales condiciones urbanísticas. Si en un momento determinado Plata habló abiertamente de incrementar el techo edificable para encontrar promotores dispuestos a actuar sobre el terreno, ahora se opta más bien por un cambio de uso.

Ante este planteamiento, la reacción en el seno de la Gerencia de Urbanismo es positiva. "Lo que se ha hablado es factible", señalan de manera directa desde el ente municipal. Sus responsables subrayan la disposición a "mejorar el plan especial del Puerto", toda vez que se asume que "las necesidades han podido cambiar con el paso de los años". "A lo mejor las oficinas no tiran y el uso comercial sí", apostillan. La solución, si finalmente se concreta, podría servir, además, para la extensión hacia el mar del bautizado como barrio del soho, situado justo al norte de estos suelos. Sirva como referencia del peso de la propuesta que los casi 27.000 metros de techo que se permiten en esta franja superan con creces los 14.000 del centro comercial Muelle Uno.

La configuración actual prevista para Muelle Heredia se corresponde con el Plan Especial del Puerto aprobado de manera definitiva a finales del año 2004. Tras un complejo proceso de adecuación a la normativa estatal, que requirió de sendos acuerdos por parte del Puerto para el traslado de la Aduana y de las instalaciones de la Guardia Civil, quedó definitivamente allanado el camino para que pudiese salir al mercado en la búsqueda de inversores interesados. El paso definitivo no se dio hasta abril de 2011, ya en plena crisis económica. El resultado fue nulo, dado que ni una sola empresa se presentó al concurso impulsado.

El fracaso de la operación llevó a los posteriores presidentes portuarios, José Sánchez Maldonado y Paulino Plata, a buscar alternativas que permitiesen poner en valor la parcela. El primero incluso analizó el posible uso residencial, calificación que necesita de un procedimiento mucho más largo y de la desafección del terreno. El comercial, ahora en escena, resulta mucho más factible.

En el Puerto se valora la disposición de Urbanismo ante esta propuesta. "Estamos hablando de uno de los mejores solares que quedan en Málaga y desde luego es la joya de la corona del puerto; el Ayuntamiento es consciente de cuál es la realidad económica del Puerto y de hasta qué punto es importante esa pastilla para los ingresos de la Autoridad Portuaria", precisan desde el organismo. Las fuentes consultadas son contundentes al señalar que "desgraciadamente" en el momento actual el uso de oficinas no es viable. "Es lo que nos dicen los operadores y los grupos de inversión a los que visitamos", añaden las fuentes, que incluso se atrevieron a pronosticar que de no haber un cambio en la hoja de ruta "al menos en tres, cuatro o cinco años ese espacio seguirá siendo un erial".

Si bien indicaron que por el momento no se trabaja abiertamente en la citada modificación de plan especial, sí confirmaron que se está analizando esa posibilidad. "Esto está redactado en un tiempo en que se pensaba que era lo mejor; hace falta un marco amplio para que sea el mercado el que se posicione dentro o fuera y eso con el plan especial actual no lo tenemos, ni ahí ni en San Andrés", señalan. En estos últimos suelos, el Puerto también viene reclamando un aumento de la edificabilidad comercial para hacer compatible la inversión que se necesite en el puerto deportivo.

Con estos parámetros, los responsables del Puerto consideran que no puede repetirse en Muelle Heredia la operación del muelle 2, destinado al uso público por medio del Palmeral de las Sorpresas. "La actuación que se desarrolle debe estar integrada en el entorno, no ser una aberración, pero tiene que dar una rentabilidad económica". "Una vez que podemos salir de la casilla que nos aboca a no movernos en relación al uso de oficinas, podrían permitirse los terciarios que recogen la ley urbanística y la ley de puertos, aunque eso dependerá de los grupos inversores que vengan", añadieron.

A la espera del inversor catarí interesado en el hotel de lujo

Muelle Heredia es el más reciente de los espacios en los que el Puerto y la Gerencia de Urbanismo se dan la mano con el fin de permitir el desarrollo de los suelos aún baldíos en el espacio portuario y culminar la operación de apertura a la ciudad. Pero no el único. Hay otras dos plazas de especial singularidad: los terrenos ganados tras la construcción del dique de Levante, sobre los que se proyecta la construcción de un hotel de gran lujo, con una altura de hasta 150 metros, y la parcela de San Andrés. Si bien en el primero de los casos existe coincidencia plena entre ambas administraciones, pendientes aún de impulsar la modificación de elementos que permita el uso hotelero en ese espacio; en el segundo sí parece que las posiciones son algo más distantes. El Puerto mantiene su petición de aumentar el aprovechamiento comercial para que el futuro promotor del puerto deportivo previsto en la zona rentabilice la operación. Para ello se insiste en la opción de ocupar parte de los terrenos reservados para el Auditorio de la Música, aparcado como consecuencia de la crisis. En el caso del hotel, las fuentes consultadas señalaron que se sigue a la espera de que los inversores cataríes que habían mostrado interés en la iniciativa, hagan frente al aval de la operación. Un movimiento que se viene esperando desde hace ya varios meses.