La Gerencia de Urbanismo estudia la posibilidad de ceder espacio público a la promotora del proyecto residencial de Martiricos para compensar la pérdida de aparcamientos soterrados a la que se ve obligada por la negativa de la Junta de Andalucía a desplazar los restos arqueológicos hallados en la parcela de la antigua Citesa. La insistencia de la Delegación de Cultura en mantener inamovibles estos hallazgos, que mantiene parado la iniciativa privada desde hace meses, ha hecho que técnicos de la promotora y del ente municipal analicen como una solución válida el desplazamiento de la planta del parking proyectada inicialmente hacia terrenos de titularidad pública.

A la espera de precisar las superficies necesarias, el propio concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, admitió la posibilidad de que se llegue casi hasta el subsuelo del eje viario de Martiricos. No obstante, la plasmación de esta maniobra, con el que salvar los importantes reparos con los que se está encontrando la mercantil desde que aparecieron los restos arqueológicos, deberá incluir un acuerdo de compensación entre las partes.

"Hay que ver de qué manera se compensa", admitió Pomares, quien, sin embargo, se mostró favorable a "poner todas las facilidades", dada la envergadura del proyecto. En este mismo sentido, el gerente de Urbanismo, José Cardador, confirmó que los técnicos del organismo están pendientes de recibir por parte de la promotora "la propuesta de menos impacto, dejando los restos donde están y reajustando el proyecto". "Ellos nos cederían desde la cota menos 1,3, donde han aparecido los retos, y en función de lo que nos aporten se hará la operación complementaria", expuso.

¿A cambio de qué? Según Cardador, la posibilidad de recibir a cambio la parte de la parcela con los restos abre la puerta a que el Ayuntamiento estudie la posible puesta en valor de los mismos, ello siempre que Cultura dé luz verde a esta potencial operación.

La situación en la que se encuentra esta iniciativa residencial, una de las tres de mayor simbolismo recogidas en el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), al incluir también dos torres de 30 plantas (en los terrenos más próximos al río), es consecuencia de la exigencia por parte de Cultura de respetar la actual localización de los restos, desechando la propuesta realizada por el departamento de Arqueología de Urbanismo de trasladarlos y exponerlos al público en el parque que la promoción incluye en los antiguos suelos de Citesa.

Sobre ello, el propio concejal de Urbanismo admitió una conversación días atrás con la delegada provincial de Cultura, Monsalud Bautista, en la que ésta volvió a incidir en la imposibilidad de llevar adelante esa solución. "Me dijo que había que dejar los restos donde estaban y tapados", expuso el edil del PP. En este contexto, Urbanismo y la empresa mantienen desde hace semanas conversaciones para desbloquear los trabajos de construcción.

En los encuentros mantenidos, una de las opciones era la de situar los aparcamientos que se veían afectados por los restos en las plantas superiores del primero de los edificios de la promoción de VPO, propuesta que no cuenta con el favor del Ayuntamiento. "No me gusta esa idea", confirmó Pomares, quien se decanta más bien por la solución en la que ahora se está trabajando, "la cesión de espacio para que puedan alargar la planta de aparcamiento". Uno de los reparos principales a permitir los aparcamientos en altura es que obligaría a tramitar una modificación de elementos del Plan Especial de Reforma Interior (Peri) de Martiricos, con la consiguiente demora en el tiempo.

La parte de la promoción afectada se corresponde con las primeras 80 VPO previstas en el proyecto, a las que hay que sumar otras 144 a desarrollar en un futuro. La labor arqueológica ha sacado a la luz restos de lo que parece una industria alfarera de la época romana.