Málaga

Vecinos de Málaga vuelven a reclamar la apertura al público del mayor yacimiento funerario de Al-Ándalus

  • Fue descubierto en la segunda mitad de la década de los 80, en la calle Agua 

  • La Junta dice que se estudian las medidas necesarias para cumplir la normativa de licencias de apertura

Restos del yacimiento funerario localizado en la calle Agua.

Restos del yacimiento funerario localizado en la calle Agua.

Las voces que desde tiempo atrás vienen reclamando la reapertura del mayor yacimiento funerario de Al-Ándalus, descubierto en la segunda mitad de los años 80 en el número 22 de la calle Agua, en Málaga capital, van en aumento. A las iniciativas políticas que han visto la luz en los últimos meses, sin éxito alguno, hay que agregar ahora la demanda que realizan de manera directa los vecinos del barrio de La Victoria y Olletas.

En concreto, la Asociación Victoriana de Capuchinos y la Fuente ha remitido un escrito a la Delegación de Fomento y Cultura de la Junta de Andalucía en el que solicita la puesta en valor de un espacio que contiene "las dos únicas mezquitas funerarias conocidas hasta el momento de la España islámica y parte de un mausoleo, oratorios funerarios que pertenecen a la necrópolis islámica de Yabal Faruh, la más grande descubierta de Al-Andalus". A pesar de su riqueza patrimonial y de que se acometió una actuación para hacer visitable el emplazamiento, el mismo lleva cerrado desde hace quince años.
"Creemos necesario fomentar el patrimonio y la cultura de nuestra ciudad, teniendo nuestro barrio pocas instalaciones museísticas disponibles, siendo esta joya de la historia algo que puede generar un movimiento cultural muy favorable para nuestros vecinos y comerciantes", se precisa en la nota enviada por la asociación.
Al tiempo, se recuerda que conocidos vecinos del barrio como Francisco Javier Jurado, Antonio Márquez, Francisco Segovia Miguel Ángel Perez y Germán Gil ya habían pedido con anterioridad su reapertura. De acuerdo con los estudios históricos, existió en Málaga durante la época del Califato Omeya (siglos VIII-XI) una primera necrópolis islámica situada junto al mar que acabó por perder su uso una vez el puerto de Málaga recuperó su importancia comercial. 
Fue entonces cuando el espacio funerario se trasladó desde la falda norte de Gibralfaro hasta las inmediaciones de El Ejido, ocupando una gran extensión. El descubrimiento de esta mezquita se produjo en la década de los 80 y las excavaciones arqueológicas permitieron ampliar los límites de este cementerio, cuyo uso se calcula entre los siglos XI al XV y que está considerado como "el más grande tanto por espacio como por densidad de enterramientos de Al-Andalus”. 
"Su importancia y el buen estado de conservación del descubrimiento hizo que se construyera un centro de interpretación de unos 500 metros cuadrados, 200 de los cuales corresponden a un circuito de visita”, se precisa en el comunicado vecinal, en el que se indica que el centro permanece cerrado al público en el sótano de un bloque de viviendas. 
El retraso en la puesta en valor de este importante yacimiento sigue sumando años, sin que exista un calendario claro para que la espera llegue a su fin. En todo este periodo han sido numerosos los enfrentamientos entre la Junta y el Ayuntamiento en lo tocante al procedimiento a seguir para abrir el espacio. De hecho, traslado este asunto a la delegada de Cultura en Málaga, Carmen Casero, ésta ha señalado que actualmente se están estudiando con el Consistorios "las adaptaciones necesarias para cumplir la normativa de licencias de apertura". 

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