El verano es la época más peligrosa para conducir. El incremento del tráfico, como consecuencia de la llegada del buen tiempo, las vacaciones y una mayor predisposición para viajar, hacen necesario una plena consciencia vial y extremar la prudencia. Si bien, el gran éxodo de agosto este año no ha evitado que se haya convertido ya en negro con una docena de fallecidos en las carreteras de Málaga, y eso que todavía quedan unos días para la entrada de septiembre. 

En el mes de julio -a la espera de que la Dirección General de Tráfico (DGT) emita datos oficiales-, este periódico ha contabilizado un siniestro mortal con dos personas fallecidas; mientras que en agosto se han producido la mayoría de ellos, con seis accidentes que le costaron la vida a diez conductores y acompañantes. Esta cifra de muertes en carreteras malagueñas (12) durante la temporada estival es la más alta registrada en la última década. 

En 2016 se registraron ocho siniestros mortales en vías interurbanas de Málaga con el mismo número de fallecidos; seguido de 2015, donde los accidentes ascendieron a siete con esta misma cifra de muertes. En los años inmediatamente anteriores a 2023, se han producido la mitad de fallecimientos: seis en 2021 y cinco en 2022, según el informe de siniestralidad de verano que elabora la DGT. 

Este grave repunte comenzó la tarde del viernes 14 de julio, en el kilómetro 191 de la AP-7, a su paso por Marbella. Un camión embistió a dos turismos que estaban parados en el arcén y después cayó por un terraplén. Dos personas perdieron la vida y otras cuatro resultaron heridas -tres de de ellas graves-. 

A comienzos de agosto, el vicepresidente de Asaja en Málaga, Miguel Ángel Reguera, y un vecino de Cuevas del Becerro, que era empleado de su finca -en la que mantenía una explotación de ganado vacuno-, también resultaron víctimas mortales de un accidente de tráfico en la carretera de Cañete la Reas. Los dos iban en el mismo coche cuando este se salió de la vía y cayeron por un barranco en la A-367. 

Especialmente trágico fue el 7 de agosto tras producirse dos accidentes mortales. El primero tuvo lugar de madrugada, sobre las 00:55, en el punto kilométrico 997,100 de la A-7, en sentido Cádiz, a su paso por la capital malagueña. La víctima, un hombre de 42 años, estaba fuera de su vehículo, ya que se había averiado, cuando fue atropellado por otro turismo. 

El segundo siniestro de ese día ocurrió en torno a las 15:10, en el kilómetro de la A-7281, en el término municipal de Antequera. Un motorista murió tras chocar contra un turismo. Aunque hasta el lugar se desplazaron los servicios sanitarios, no pudieron hacer nada para salvar su vida. 

Tan solo un día después, en Teba, una mujer también falleció después de que su turismo colisionara con un camión en el kilómetro 98,800 de la carretera A-384, en dicha localidad malagueña. El servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió sobre las 11:30 la primera de varias llamadas que alertaban del siniestro. En ésta, el testigo indicaba que había una persona atrapada dentro del turismo. 

Pero, sin duda, el día más infausto del mes fue el pasado jueves 24 de agosto. Dos siniestros, con apenas una hora de diferencia en dos puntos de la provincia de Málaga acabaron con la vida de cuatro personas. El primero de ellos tuvo lugar poco antes de las 02:20 horas en la A-7 a su paso por Málaga capital; mientras que, el segundo se produjo sobre las 03:15 horas, en el kilómetro 4 de la A-355 a su paso por Coín. En esta ocasión, se ha tratado de una colisión entre dos turismos, uno de los cuales, según los alertantes, estaba parado cuando se ha producido el suceso.