La Sección Octava de la Audiencia de Málaga tiene previsto juzgar desde este lunes a los dos jóvenes acusados de intentar acabar con la vida del jugador del Alhaurín de la Torre, Samuel Galán, en un partido de tercera regional entre dicho equipo y El Palo B de Málaga capital; hechos ocurridos hace casi cinco años. La Fiscalía solicita 14 años de cárcel para uno de los procesados y 16 años de prisión para el otro.

Los hechos sucedieron en marzo de 2016 en el campo del equipo de El Palo, del que era capitán uno de los procesados, según las conclusiones iniciales de la acusación pública, a las que ha tenido acceso Europa Press; mientras que el otro también había sido jugador de ese equipo pero no había sido convocado para ese partido y se encontraba en las gradas.

Según el fiscal, durante el encuentro hubo tensión entre el primer procesado y la víctima, capitán del Alhaurín, tomando el acusado "una actitud desmedida de agresividad" hacia el joven, al que "amenazó de muerte en varias ocasiones con frases como 'te voy a matar, nos vamos a ver fuera, te esperaré'"; hasta que en un momento dado, a balón parado, se fue a él y "le dio un cabezazo" que lo derribó.

Por esto, el acusado fue amonestado y poco después sustituido, por lo que se fue a las gradas con amigos, donde estaba el otro procesado, desde donde "continuó con las amenazas de muerte" y donde ambos, sostiene el escrito provisional del ministerio público, "se pusieron de acuerdo para dar muerte al jugador cuando finalizase el partido".

Cuando finalizó el partido, con victoria del equipo de El Palo, el primer procesado, que estaba junto al otro, fue invitado a que saliera a celebrarlo con sus compañeros, momento en el que, según el fiscal, "se dirigió rápidamente a la víctima que estaba felicitando a los jugadores, cogiéndole por el cuello por la espalda haciéndole una llave, dejándolo inmóvil y tirándole al suelo".

Al mismo tiempo, el otro procesado que había estado en las gradas se dirigió hacia ellos y, presuntamente, "con una navaja apuñaló a la víctima en dos ocasiones en el hemitórax"; mientras que otras personas del grupo de los acusados saltaron de las gradas también "a agredir al jugador, mientras este estaba inmovilizado" por el primer procesado.

La víctima resultó con dos heridas y fue intervenido de urgencia en el hospital, donde tuvo que ser intubado, tardando en curar 200 días, nueve de ellos en el hospital. Además, presentó estrés postraumático y le han quedado secuelas físicas y perjuicio moral por pérdida de calidad de vida a causa de las lesiones, según la calificación fiscal.

"De no haberse realizado tratamiento quirúrgico urgente, con seguridad habría fallecido", sostiene la Fiscalía, que acusa a los dos procesados por un delito de tentativa de asesinato por el que solicita que se les condena a 12 años de cárcel. Además, a uno le acusa de un delito de amenazas, pidiendo que se sumen por esto dos años de prisión más.

Respecto al otro, se le acusa además por un delito de lesiones con instrumento peligroso, ya que tras la agresión fue apartado por uno de los responsables del club que supuestamente "resultó lesionado por este al pincharle o cortarle en el muslo con el arma blanca", por lo que se pide que se le impongan cuatro años de prisión más.

En ambos casos se le impone la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 1.000 metros o comunicarse durante diez años; además de que indemnicen al jugador con 15.380 euros por las lesiones y 50.000 euros por las secuelas. Para el otro lesionado también se solicita una indemnización de algo más de 7.000 euros.