Málaga

Un apoyo en red para que el recluso reinicie su vida

  • ONGs como Málaga Acoge, Incide y Arrabal trabajan codo con codo con el Centro de Inserción Social para facilitar a los internos en tercer grado su paso a la libertad

Antes de la creación del Centro de Inserción Social (CIS) de Málaga, cuando aún era Sección Abierta, la ONG Málaga Acoge ya trabajaba con los internos en tercer grado. Clases de español, talleres de formación, acompañamiento a extranjeros y asesoramiento a los funcionarios del centro en materia de extranjería son algunos de los servicios que esta asociación ha venido prestando en los últimos 15 años para hacer un poco más fácil el tránsito de los reclusos a la vida en libertad. Otras ONGs como Incide y Arrabal trabajan codo con codo con el centro para proporcionar un apoyo en red que ayude al interno a reiniciar su vida.

"Lo que se intenta es apoyar al recluso extranjero en todo su proceso de cumplimiento de pena y reinserción, hacemos una intervención lo más integral posible", cuenta Carmen Cano, técnica de prisiones de Málaga Acoge, que considera que el interno inmigrante "tiene doblemente difícil encontrar trabajo y recuperar su vida". Principalmente porque a todos los que cuenten con antecedentes penales se les deniega la renovación o iniciación del permiso de residencia y se tramita una orden de expulsión. Tan sólo los que tienen arraigo familiar en España pueden recurrir las denegaciones y comenzar de nuevo en el país. A ellos es a los que Málaga Acoge presta especial ayuda.

"Intentamos atender a la familia cuando se quedan en una situación complicada, los derivamos a recursos de la zona o a otros programas de Málaga Acoge cuando no cuentan con recursos porque el cabeza de familia está en prisión", relata Carmen Cano, que programa clases de español todos los lunes en la sede de la ONG de 11:00 a 13:00. En total tienen diez plazas atendidas por dos profesores voluntarios.

También realizan con ellos salidas programadas para que puedan tener su pequeña cuota de ocio. Pero lo que ahora más demandan es la búsqueda de trabajo. "Ahora encontrar un empleo es complicado, pero ahí se está trabajando", dice la técnico de prisiones de la organización que intenta dar nociones básicas a los internos para que sepan cómo se tienen que mover, cómo funciona una oficina de empleo, las prestaciones a las que tienen derecho y "a los que cuentan con documentación los derivamos a los programas de empleo de otras entidades, como Incide y Arrabal", sostiene.

Incide realiza con los internos del CIS orientación laboral y charlas de herramientas de búsqueda de empleo. Pero también trabajan con las familias gracias a programas como Caixa ProInfancia. Realizan programas de ocio para que reclusos disfruten con sus hijos y se sientan parte responsable de su desarrollo. "Lo básico es la inclusión sociolaboral de estas personas desde una perspectiva integral, familiar, de vecindad, de barrio, que participen en la sociedad, que se puedan explicar, que salgan de ese ámbito de exclusión y que sigan participando, son ciudadanos", explica Javier Poleo, técnico de Incide.

Esta entidad gestiona programas como Andalucía Orienta y Acompañamiento a la Inserción, e históricamente ha implicado al programa Surge en el desarrollo de itinerarios personalizados de inserción para colectivos en riesgo de exclusión social, en los que se encuentran los reclusos, exreclusos y personas con algún tipo de adicción o en proceso de rehabilitación. Estos itinerarios se completan con programas de formación.

Desde 2005, la asociación Arrabal-AID desarrolla en el Centro de Inserción Social el Servicio de Acompañamiento Laboral (SAL) por el que se establecen itinerarios personalizados de inserción a los internos en situación de tercer grado penitenciario y libertad condicional. Se trata de una iniciativa financiada por el Organismo Autónomo de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, dependiente del Ministerio del Interior cuyo objetivo principal es proporcionar apoyo de forma individual a internos que inician su etapa de semi-libertad o de libertad condicional para facilitar su reincorporación al mercado de trabajo.

En colaboración con la Obra Social la Caixa y el CIS, Arrabal-AID desarrolla desde 2007 el Programa Reincorpora, que ofrece formación, aprendizaje-servicio e inserción laboral a las personas internas. Cocina y servicio de restaurante, costura, auxiliar de congresos, animación, gestión comercial o limpieza industrial son algunos de los sectores en los que se han formado más de 226 personas reclusas.

Éstas y otras ONG participan en el Consejo Social Penitenciario local, un encuentro periódico con los responsables del Centro de Inserción Social de Málaga que sirve para detectar necesidades, unir esfuerzos, evitar duplicidades y mejorar el funcionamiento de actividades y programas.

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