Los proyectos urbanísticos se reactivan en la capital. Al arranque de varias operaciones residenciales de iniciativa privada el pasado año en la zona de Teatinos y del Paseo Marítimo de Poniente hay que sumar ahora otra actuación de enorme envergadura que debe traer consigo en los próximos años la construcción de 1.420 viviendas (630 protegidas) en los antiguos suelos de la fábrica de amoniaco (sector Cortijo Merino). Los propietarios de la parcela, Reina Marín S.L., acaban de recibir el visto bueno inicial del Ayuntamiento de Málaga al plan parcial mediante el que se ordenan estos terrenos, con una superficie de 260.000 metros cuadrados. De acuerdo con los datos aportados ayer desde el Consistorio, el techo edificable alcanza los 130.000 metros cuadrados, de los que 11.450 irán destinados a uso comercial, previéndose la ubicación de una gran superficie comercial minorista. Los edificios que albergarán las viviendas tendrán una altura de planta baja más cuatro y ático. De la superficie global, 32.423 metros cuadrados estarán reservados a zona verde. En lo que se refiere a equipamientos, el plan parcial prevé un total de 31.317 metros cuadrados para este fin, distribuidos en 15.319 metros para uso docente, deportivo y social; 2.840 metros para uso docente y preescolar; 28.917 para uso social, y 10.241 para deportivo. Asimismo, determina la existencia de 1.400 plazas de aparcamiento en red viaria.

Antes de poder acometer las obras sobre el terreno, los propietarios están obligados a presentar un informe de situación, al objeto de determinar el estado de los mismos y su posible contaminación. Si según dicha información la Comunidad Autónoma declara el suelo como contaminado para dichos usos, los propietarios estarán obligados a ejecutar las actuaciones necesarias para proceder a su recuperación ambiental. Dejará de tener la condición de contaminado cuando sea firme la resolución administrativa que así lo declare, ha recalcado.