Málaga

Aumentan las colonias felinas en Málaga: hay más de 320 poblaciones en la capital

Una colonia de gatos de Málaga.

Una colonia de gatos de Málaga. / Javier Albiñana

Los gatos son otro animal de compañía más, pero también abundan en las calles. Hasta ahora, algunos Ayuntamientos venían controlando el número de estos felinos callejeros que tenían en su municipio y ya, según la nueva ley 7/2023 de Protección de los derechos y el bienestar de los animales, han de protegerlos, cuidarlos, controlarlos y esterilizarlos. En este sentido, el Colegio de Veterinarios de Málaga incide en que todos los Ayuntamientos de la provincia han de tener un profesional veterinario.

Actualmente, el número de colonias felinas que hay en toda la capital asciende a las 320 y, según la Asociación Amigo Animal (Aman) los abandonos de gatos en Málaga están aumentando, al igual que el vandalismo, ya que han observado destrozos en las casetas de las colonias. En este sentido, Mariola Aguilar, presidenta de Aman, asegura que trabajan con el Ayuntamiento de Málaga para controlar las colonias felinas desde 2018. En cada colonia hay un gestor que se encarga de la alimentación, esterilización y cuidados veterinarios de cada uno de los gatos para que “tengan las mejores condiciones de vida”. Actualmente, Asan tendrá dos o tres personas trabajando en cada colonia, pero muchos trabajando en varios refugios, por lo que Aguilar estima que en este proyecto habrá alrededor de 200 personas implicadas.

Su labor principal es alimentarlos y controlar las poblaciones, pero el principal problema al que se enfrentan es el abandono. “Muchas personas ven un jardín y dejan ahí los gatos y se van”, señala la presidenta de Aman. De igual forma, hace hincapié en que una de las razones por las que surgen las colonias felinas se encuentra en el abandono y otra el hecho de que la población va invadiendo poco a poco más zonas de la ciudad. “Cada vez cogemos zonas más altas del Limonar o de Mayorazgo, vamos subiendo a zonas que han tenido fauna y nos metemos en espacios naturales, donde estos animales ya estaban”, explica Aguilar.

En cuanto a la ubicación de las colonias cabe señalar que están repartidas por toda la ciudad y “hay casi en cualquier barrio”. El principal inconveniente de donde se encuentran estas colonias surge cuando los gatos se refugian en zonas de derribo, por lo que “no podemos acceder a ellas y se complica la labor”. Con respecto al número de gatos por colonia, Aguilar sostiene que no hay un número concreto por cada una de ellas, sino que va variando en función de su ubicación y hay algunas más numerosas que otras.

Por otro lado, en las últimas semanas, los trabajadores de las colonias han observado que hay más abandonos, más personas que destrozan las casetas y tiran su comida, algo que está penado por ley. Por tanto, para poder hacer frente a esto, siguen trabajando controlando las colonias, castrando y esterilizando a los animales y a los más “mansos” les buscan un hogar. Cierto es que “tener las colonias controladas es difícil porque de repente pueden dejar un gato nuevo”, pero Aguilar incide en que trabajar de manera constante para darles una mejor vida.

En este sentido, Juan Antonio de Luque, presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga, incide en que para conseguir un mejor control de las colonias felinas, los ayuntamientos de todos los municipios de la provincia han de contar en su plantilla con un veterinario. Asimismo, señala que “no solo para las colonias de gatos, sino para garantizar la salud pública” en cada una de sus calles.

De igual forma, explica que el Colegio ha creado un acuerdo de colaboración que pueden firmar con los municipios para ayudarles a gestionar las colonias de gatos. Con este acuerdo, el Colegio les proporciona a los Ayuntamientos de manera gratuita el microchip de los felinos, la vacuna antirrábica y la desparasitación de los mismos. Hasta ahora han firmado con Ronda y Rincón de la Victoria. El primero de estos municipios, según Noelia Díaz, vicesecretaria del Colegio, tiene 30 colonias censadas y controladas, pero “serán más porque están empezando a controlarlas ahora”. En este punto, asegura que si los municipios tienen un censo, pueden controlar a los animales y tenerlos controlados. De este modo, a la larga “esos animales se dejarán tratar y así se disminuirá el riesgo de enfermedades infecciosas de los animales y cuando se castren se evitará que se sigan reproduciendo que es el objetivo del método CER”.  

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