Centenario del aeropuerto internacional Málaga-Costa del Sol

El aeropuerto de Málaga cumple 100 años en su mejor momento

  • Tiene unas instalaciones modernas y este año podría batir su récord con 20 millones de pasajeros

  • Esta temporada de verano se vuela sin escalas a 124 ciudades de 37 países

Un avión despega del aeropuerto de Málaga.

Un avión despega del aeropuerto de Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

El aeropuerto internacional Málaga-Costa del Sol cumple 100 años en su mejor momento. Tiene unas infraestructuras modernas, las compañías aéreas abren de forma continua nuevas rutas directas –tanto en la temporada de verano como de invierno– y está batiendo cada año su récord de pasajeros llegando a superar los 19 millones en 2018. Si continúa su tendencia actual, en este ejercicio podría rebasar los 20 millones, celebrando así una doble onomástica.

Desde Málaga se puede volar sin escalas a 124 ciudades de 37 países, de los cuales 28 están en Europa, cinco en Asia (Bahrain, Israel, Kuwait, Qatar y Turquía), dos en América del Norte (EEUU y Canadá) y dos en África (Argelia y Marruecos). Siempre se puede ir más allá y seguir creciendo, principalmente con rutas a Sudamérica o el sudeste asiático, aunque no hay que olvidar que esa decisión corresponde a las líneas aéreas, que Málaga tiene una vertiente principalmente europea y que en España ya hay dos grandes hubs en Madrid y Barcelona, que entre los dos sumaron más de 100 millones de pasajeros el año pasado.

El aeropuerto de Málaga es el mayor apoyo del turismo, el sector económico más importante de la Costa del Sol, y la principal puerta de entrada aérea a Andalucía desde el resto del mundo. Está plenamente consolidado en la cuarta posición nacional tras los aeropuertos de Madrid, Barcelona y el insular de Palma de Mallorca y el crecimiento en los últimos ocho años ha sido espectacular, pasando de 12 a 19 millones de pasajeros gracias, entre otras cosas, a las nuevas posibilidades que ofreció la apertura de la terminal 3 en 2010 o de la segunda pista en 2012 tras sendas inversiones multimillonarias.

Los destinos del aeropuerto de Málaga Los destinos del aeropuerto de Málaga

Los destinos del aeropuerto de Málaga

Desde luego, el aeropuerto actual no se parece en nada al pequeño hangar que se instaló en 1919 en un cortijo llamado El Rompedizo para poder atender unos vuelos regulares dentro de una ruta más amplia entre Toulouse y Casablanca. La historia es curiosa. El 8 de marzo de 1919 el piloto Lemaitre y el ingeniero mecánico Pierre G. Latecoére despegaron de Toulouse en un avión Salmson 2.A2, un biplano de dos asientos para observación y bombardeo, con la intención de abrir una ruta aérea comercial de correo y personas entre esa ciudad francesa y Casablanca, en Marruecos.

Hicieron paradas en Perpignan, Barcelona y Alicante el primer día y al siguiente pensaban aterrizar en Málaga. Por la mañana, muy temprano y con un día de perros que a la altura la que podían volar era más que arriesgado, partieron desde Alicante hasta Málaga. Les llovió por el camino, cayéndole el agua literalmente encima, pero toda Málaga, conocedora de su llegada, estaba expectante. Asomaron por el monte San Antón y la idea original era aterrizar en Huelin, pero el suelo estaba completamente encharcado y podía ser peligroso. Sobrevolaron la zona para encontrar un lugar en el que posarse y lo vieron al lado del polígono Guadalhorce. Ni cortos ni perezosos, que no estaba el día para muchas historias, tomaron tierra el 9 de marzo de 1919 a las 10:30 en ese terreno en el que actualmente sigue instalado el aeropuerto malagueño.

Latecoére firmó un contrato con el propietario del cortijo para poder aterrizar y despegar allí cada vez que lo necesitaran y se edificó un pequeño hangar. En 1920, Málaga pasó a ser una de las pocas ciudades europeas que tenían un servicio aéreo de transporte con dos vuelos semanales. Al ser los aviones biplaza, ser un pasajero salía por un ojo de la cara: 580 pesetas de la época para ser exactos, una cantidad prohibitiva para la mayoría de los ciudadanos. No obstante, en su primer año contabilizaron 200 pasajeros. En estos momentos hay vuelo directo a Toulouse a través de dos compañías, Easyjet y Volotea, con trayectos de poco más de una hora que fueron utilizados el año pasado por casi 60.000 pasajeros.

A lo largo de su historia centenaria el aeropuerto ha conseguido cumplir numerosos hitos. Su primer gran despegue fue en los años 60 cuando la Costa del Sol empezó a convertirse en un destino turístico conocido mundialmente hasta el punto de recibir a todo tipo de personajes, desde Frank Sinatra hasta el rey Faisal de Arabia Saudí, pasando por Charlton Heston, John Lennon, Julio Iglesias, Ava Gardner, Anthony Quinn. Málaga sigue en la cresta de la ola y este mismo verano ha aterrizado en el aeropuerto de Málaga estrellas como Jennifer López.

En los años 60 se abrieron rutas directas regulares a Londres, Bruselas, Dublín, Helsinki, Copenhague, París o Amsterdam y en los 80 Málaga fue uno de los aeropuertos mundiales en los que aterrizó el famoso Concorde, en este caso operado por British Airways. En 1991 se inauguró la terminal Pablo Ruiz Picasso (T2) y en 2010 la T3.

Pasajeros en la terminal 3. Pasajeros en la terminal 3.

Pasajeros en la terminal 3. / Javier Albiñana (Málaga)

El aeropuerto de Málaga es una pequeña ciudad –de hecho tiene más residentes que muchos pueblos de la provincia– en la que trabajan a diario unas 6.000 personas entre los empleados de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), las líneas aéreas, los restaurantes, el personal de seguridad... A lo largo de la historia ha estado dirigido por varios profesionales que han aportado su grano de arena para que esta infraestructura siguiera en crecimiento. En la última década han sido Mario Otero, Salvador Merino –que dejó el puesto el pasado 1 de julio para acometer otros proyectos de Aena en Brasil– y Pedro Bendala, que lleva apenas dos meses en el cargo y que va a tener el honor de ser el anfitrión del acto de conmemoración del centenario que tendrá lugar este martes y en el que se prevé la asistencia del ministro de Fomento en funciones José Luis Abalos.

El aeropuerto internacional de Málaga tiene capacidad para acoger a 29 millones de pasajeros, por lo que cuenta aún con suficiente colchón a la hora de necesitar nuevas inversiones aunque, lógicamente, se analizan continuamente posibles desembolsos en una de las joyas de Aena. En los últimos años ha sido testigo del fuerte cambio en el sector aeronáutico y la irrupción de las líneas consideradas de bajo coste, hasta el punto de que hace poco más de una década la compañía líder indiscutible era Iberia con su trayecto a Madrid como vuelo estrella y ahora son Ryanair y Londres.

Los tiempos cambian. Hay millones de británicos que conocen mejor la estructura del aeropuerto de Málaga que muchos malagueños gracias a los enlaces diarios existentes con 19 ciudades británicas. Queda por delante el reto del Brexit, aunque el aeropuerto de Málaga, uno de los más demandados por las compañías internacionales, superará cualquier obstáculo como lo ha hecho en estos últimos cien años en los que ha dado servicio a 400 millones de pasajeros.

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