El arquitecto de la torre del puerto de Málaga: "Trabajo por la sostenibilidad, pero me beneficio de lo insostenible"

Chipperfield afirma que "cuando construyes en una ciudad de otros debes preguntarle qué puedes ofrecerle, qué aportas", a la vez que reconoce su "hipocresía"

Chipperfield, operación camuflaje: va más allá de la torre del puerto de Málaga para vender su sostenibilidad

Vista alejada de la torre del puerto de Chipperfield.
Vista alejada de la torre del puerto de Chipperfield. / M. H.

El balance entre lo que se predica y lo que se acaba haciendo muchas veces es complicado. Líneas que un momento fueron rojas acaban destiñendo. David Chipperfield, el arquitecto contratado para rehacer el proyecto de la torre del puerto de Málaga (del que todavía no se conocen más que "líneas maestras" dos meses después de haber tenido que entregar el proyecto definitivo a la Autoridad Porturia) ha reconocido su "hipocresía" porque su "empeño es trabajar por la sostenibilidad, pero también me beneficio de lo insostenible".

En una entrevista concedida a El Mundo, el arquitecto, ganador del Premio Pritzker en 2023 (una suerte de Nobel del sector), asegura vivir "entre dos mundos", Así afirma que "trabajo igual en el Museo Arqueológico de Atenas (un proyecto público y cultural) que cuando construyo un hotel en alguno de esos territorios que entran en colisión con mi idea de sostenibilidad...". El británico no apunta directamente a su proyecto en Málaga, si bien este ha estado cuestionado por su posible afectación al paisaje y ha generado en la ciudadanía un debate acerca no sólo de su sostenibilidad, también de si es oportuno levantar una torre de 144 metros en el Dique de Levante del puerto.

En parte, el arquitecto se justifica en la citada entrevista afirmando que su "enfoque sobre la apuesta por la arquitectura y los espacios sostenibles no es algo que pueda negociar fácilmente. El arquitecto es cada vez menos dueño de su obra. No es un debate de blancos o negros, sino de matices". También reflexiona, al hilo de sus primeros trabajos en Japón, que "cuando construyes en la ciudad de otros debes preguntarte qué puedes ofrecerle, qué aportas".

No hay que olvidar que para la torre del puerto el británico llegó a Málaga con tres meses para hacer un proyecto nuevo y en su presentación sólo mostró varias "líneas maestras", como su elevación a los 144 metros, el cambio en la forma y el basamento o su idea de ir más allá de la propia torre para urbanizar el Paseo de la Farola. Durante la exposición, tanto él como Jordi Ferrer, CEO de la promotora, llenaron sus discursos de sostenibilidad y subrayaron la importancia que tiene para ellos convertir un "espacio industrial" en uno para la ciudad. En el fondo, se puede entender el camino que han trazado para justificar el interés general de la torre una vez lleguen a Consejo de Ministros, donde es parte esencial para que decidan levantar el veto al uso hotelero en el Puerto.

"La visión de Chipperfield busca conectar el Dique de Levante al resto de espacios públicos de Málaga", señala la nota de prensa que porporcionaron ese día, "mediante una secuencia de jardines que acompañen al peatón a lo largo del dique". Llaman a este nuevo espacio, "bulevar marítimo" y aseguran que arranca en la playa de la Malaguera y el Muelle Uno y culmina en una "colección de jardines de carácter y atmósferas diferenciadas".

La propuesta es básicamente, la urbanización del espacio entre el dique y la Farola. Algo más de 900 metros que no estaban incluidos en el trámite de concurrencia al que se presentó Andalusian Hospitality II (como se llama la empresa que engloba a Hesperia y Al Alfia). Tampoco ha estado dentro de ninguno de los dos proyectos anteriores firmados por el arquitecto José Seguí. En uno de ellos la torre subía hasta los 132 metros y, en el segundo, se rebajó hasta los 116 metros.

Una vez aprobado el Plan Especial del Puerto, aumentan hasta los 144 metros la torre, pero Chipperfield presenta, sobre todo, la urbanización del espacio al margen del edificio. Lo que sí debían incluir, según el trámite de concurrencia, es una propuesta para reorganizar tanto los autobuses como la parada de taxis, sin que se pierda plaza alguna. Nada se sabe de este punto y habrá que esperar al 6 de marzo para conocer esos precisos.

Sin embargo, la nota de prensa es prolija en detalles acerca de las intervenciones paisajísticas propuesta spor Chipperfield y que, incluso, en una de las tres infografías proporcionadas por los promotores, tapan y encapsulan la torre de 144 metros, de la que no se aprecia siquiera su diseño final, más allá de su forma cuadrangular.

Carlos Rubio, presidente de la autoridad Portuaria, explicó que estas propuestas son "mejoras sobre las propuestas inciales" y que los distintos estudios de impacto ambiental "obligan" a incorporar una serie de mejoras en materia de "neutralidad climática e integración urbana". Por esto mismo "no es infrecuente", asegura, que un concesionario incluya en su proyecto medidas "complementarias o compensatorias en zonas ajenas a la propia concesión" y pone de ejemplo el entorno del Pompidou y el Muelle Uno o el del Palmeral de las Sorpresas.

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