Hay dos casos más de coronavirus en la provincia y en total ya suman nueve. Los nuevos son una joven de 17 años de la capital que está en aislamiento domiciliario y una mujer de 41, de Alhaurín de la Torre, también confinada en su casa y que estuvo ingresada en el Hospital Quirónsalud Málaga hasta mediodía de este jueves en que recibió el alta. Ambas pacientes permanecen estables y los epidemiólogos investigan el origen del contagio. Aparte de estos dos nuevos casos, el médico de 73 años sigue grave en la UCI del Clínico y otros seis pacientes –tres en Fuengirola y otros tantos en Marbella– mantienen su aislamiento domiciliario.

Este jueves en Andalucía se han registrado cuatro nuevos casos:los dos más de Málaga y otros tantos de mujeres residentes en Sevilla de 23 y 37 años, según indicó la Consejería de Salud y Familia en su informe de este jueves a las 19:30. Todos estos casos están –tras los análisis iniciales que han dado positivo– pendientes de confirmación del Centro Nacional de Microbiología. La Junta ha activado los protocolos de prevención marcados por el Ministerio de Sanidad para determinar los posibles contactos que hayan tenido estos pacientes y establecer la preceptiva vigilancia epimiológica.

La joven de 17 años contagiada es del instituto Santa Rosa de Lima de la capital. Volvió el 26 de febrero de Italia. Los epidemiólogos estudian si ese fue el origen del contagio. 

De momento, los 77 alumnos restantes del viaje y los tres docentes están bien

Está aislada, en su casa, con “seguimiento activo” y sólo tiene síntomas leves. La joven volvió del viaje con un cuadro catarral. Formaba parte del grupo de 78 alumnos y tres profesores de ese instituto que acortaron su viaje precisamente para no entrar en el foco del coronavirus cuando ya empezaron en Italia a saltar las alarmas. Habían visitado ya Roma, Florencia y la Toscana. Tenían que seguir viaje hacia Venecia, pero esa era una de las zonas de riesgo y decidieron volver. Como no podían conseguir avión de un día para otro para 81 personas, partieron en autobús hacia Barcelona y de allí hacia Málaga, a donde llegaron el miércoles de la semana pasada.

Afortunadamente, la chica no volvió al instituto por lo que el riesgo de que haya contagiado a compañeros disminuye. El centro remitió el pasado domingo 1 de marzo un correo a los que habían participado en el viaje en el que les comunicaba que no era obligatorio que se reincorporaran a las clases a partir del pasado lunes 2. La joven se acogió a esta opción y no retomó su actividad, una decisión que ha contribuido a contener posibles contagios. En relación a cómo están el resto de los compañeros y profesores que viajaron que ella, un familiar apuntó:“Están todos bien, no hay ningún caso más, de momento. Se volvieron, para evitar las zonas de riesgo, pero ha salido un caso; mala suerte”.

Salud activa la vigilancia sobre los contactos de los dos nuevos casos

Ahora, como marcan los protocolos, los epidemiólogos deberán vigilar la evolución de sus compañeros de instituto e incluso de los pasajeros que compartieron el avión de regreso a Málaga con el grupo. El problema, es que ahora hay muchos cuadros gripales o catarrales con síntomas similares que generan preocupación. Por ello, desde que comenzaron estos casos, el sistema sanitario andaluz ha hecho numerosas pruebas del coronavirus y sólo nueve han dado positivo en la provincia.

En el caso de la mujer de Alhaurín de la Torre, los técnicos también tienen que vigilar no sólo a su entorno familiar, sino a los trabajadores del Hospital Quirónsalud que la asistieron.  

Fuentes sanitarias insistieron en lanzar un mensaje de tranquilidad al indicar que por un lado estaría claro que el foco del contagio fue Italia y por otro, que la paciente está aislada, de modo que no contagia al resto de la población. En este momento, España está en fase de contención del virus, que es cuando se aíslan a los enfermos para que no se propague.   

  La patología cursa de forma banal en cuatro de cada cinco casos. De ahí el criterio de los epidemiólogos de aislar en sus casas a los pacientes que han contraído el virus y no están graves. Es la forma de evitar que infecten a los demás. Los expertos insisten en que, como la gripe, las personas más frágiles ante este germen son los mayores y los enfermos pluripatológicos o crónicos.