La dirección de obra de los chiringuitos dice que no se puede bajar la chimenea

La Junta será la que decida si los cambios son suficientes para autorizar el fin de los trabajos que les permita abrir

Uno de los chiringuitos construidos en La Caleta.
Uno de los chiringuitos construidos en La Caleta.

La dirección facultativa de la obra de los siete chiringuitos de las playas de La Caleta y La Malagueta considera factible eliminar el casetón construido en la cubierta para un montacargas, pero plantea que la altura de la chimenea no puede ser inferior a un metro y medio. Es uno de los puntos que recoge el informe remitido por el área de Playas del ayuntamiento de Málaga, y elaborado por el arquitecto y aparejador de las nuevas edificaciones que tanta polémica han suscitado en los últimos meses, a la Delegación provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente para proponer las correcciones que se deberán acometer en la obra como requisito previo a autorizar su apertura.

El documento, al que ha tenido acceso este periódico, plantea que la altura mínima exigida por la normativa es de un metro de altura para la chimenea, a la que se unen unos 40 centímetros de la rejilla y otros diez de la cubierta. La dirección facultativa de la obra sí ve factible, en cambio, eliminar por completo el casetón de la cubierta para el montacargas, que solo tendrá paradas en la planta del semisótano y en la planta baja. Como máximo, proponen elevar 30 centímetros sobre la solería de la cubierta para "una óptima ejecución de la impermeabilización de la zona afectada".

También acceden a quitar las barandillas y a anular la instalación de una caseta para las bombonas de gas en la cubierta, tal y como estaba previsto y que la Junta de Andalucía rechazó, aunque queda pendiente estudiar la viabilidad de colocarlas en la planta baja del proyecto aprobado.

Fue uno de los aspectos que incluía el acuerdo al que se llegó el pasado mes en la reunión mantenida entre representantes del sector, el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía tras la polémica desatada por el diseño de los siete establecimientos por el impacto visual que generan. Otra de las modificaciones que habrá que subsanar es la ubicación de los depósitos reguladores de agua, que inicialmente estaban proyectados en el sótano y que han sido trasladados a la zona que queda entre la cimentación de los aseos públicos y el forjado de los mismos. El arquitecto y el aparejador entienden en su informe que no se debería cambiar porque de esta forma se permitiría la continuidad de los aseos públicos independientemente de la instalación principal.

En cuanto a la modificación planteada sobre la ubicación de la arqueta de fecales, prevista inicialmente en el sótano y propuesto en la parte inferior del cuarto de basuras incluido en el módulo de aseos, la dirección facultativa argumentan el mismo motivo que el anterior para no cambiarlo. Ahora será la Delegación provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente la que tendrá que valorar si las propuestas realizadas son acordes a lo aprobado inicialmente y se ajustan a la legalidad antes de dar el visto bueno definitivo. No obstante, el informe deberá pasar además por la Junta en Sevilla, ya que se cursó una propuesta de expediente sancionador debido a las modificaciones sustanciales que fueron detectadas en las obras de los siete chiringuitos.

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