Málaga

El documental sobre el crimen de Lucía Garrido se estrena en RTVE

  • La cinta reproducirá un audio de un testigo protegido que, en palabras del director y productor, tendrá, "trascendencia judicial"

El cartel que anuncia ‘Lucía en la telaraña’

El cartel que anuncia ‘Lucía en la telaraña’ / RTVE

Lucía en la telaraña sigue resonando. Tras dar el salto al Festival de Cine de Málaga en su última edición, la nueva serie documental producida por RTVE Play se estrenará al completo el próximo 24 de noviembre. Un true crime sobre el asesinato, aún sin esclarecer, de Lucía Garrido, la mujer a la que hallaron muerta con signos de violencia en la piscina de su casa en Alhaurín de la Torre hace la friolera de 13 años. El caso sacó a la luz, además, una de las mayores redes de corrupción de la Guardia Civil.

El director y productor Tomás Ocaña (Madrid, 1984), tres veces ganador de un Emmy, explica a este periódico que, durante la labor de investigación que los responsables desarrollaron para la grabación de la cinta, tuvieron acceso a material inédito. No en vano, el documental reproducirá el audio de un testigo protegido que revela "cómo se planteó todo". "Tendrá trascendencia judicial. En el juicio se oía muy mal y es una declaración relevante. La defensa de la familia Garrido y la Fiscalía ya señalaron su importancia", advierte Ocaña. 

Aunque admite que no es a los periodistas a quien corresponde como tal "hacer justicia", con la producción que ahora emitirá RTVE Play persiguen que "de alguna forma se haga" y que lo ocurrido aquel 2008 "no quede en el silencio", de forma que la sociedad "sepa el daño que hace la corrupción". El trabajo de investigación recupera las particularidades de uno de los casos más complejos que tiene como punto de partida un asesinato, hasta destapar todo un entramado de tráfico de animales exóticos, narcotráfico y tráfico de armas.

Lucía en la telaraña consta de un total de cinco capítulos, con una duración de unos 45 minutos cada uno, que podrán visualizarse de manera gratuita. El productor, parafraseando a Riszard Kapuscinski, indica que la labor de los informadores no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz. Pero, en este caso, reconoce, "cuando encendieron las luces vieron que todo estaba plagado". 

Miedo entre los entrevistados

La principal dificultad que ha entrañado la serie ha sido el hecho de "encontrar más miedo" del que esperaban entre los entrevistados, máxime teniendo en cuenta que la causa por el crimen de Lucía Garrido, con numerosas ramificaciones, continúa abierta. "Hemos hecho infinidad de entrevistas a personas que no salen en el documental pero que nos cuentan lo que está ocurriendo", precisa el productor. 

Además, fueron varios los testigos a los que hubo que entrevistar fuera de España. La producción rescata el papel de Ignacio Carrasco, secretario general provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que junto a la familia de la víctima logró que en 2017 el caso se reabriese nueve años después. 

El universo transmedia que complementa la serie documental cuenta con un mapa de personajes interactivo en el que el espectador entenderá las relaciones de los protagonistas, capítulo a capítulo. 

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