Málaga

Más de 80 empresas de Málaga se unen para hacer frente a la sequía: “Esto puede ser una ruina”

La piscina de una urbanización de Málaga.

La piscina de una urbanización de Málaga. / Javier Albiñana

La sequía ha hecho que se prohíba el riego de jardines, el baldeo de calles, el llenado de piscinas, el lavado de coches, el uso de fuentes y lagos ornamentales, las duchas y surtidores públicos, entre otros servicios. Muchas de estas medidas empezaron hace casi un año en algunos puntos y ahora, debido al empeoramiento de la situación y a la aprobación de nuevas medidas como la prohibición total del rellenado de piletas privadas, empresas de toda la provincia se han unido para exigir un reparto equitativo de los recursos hídricos porque sino se perderán puestos de trabajos y las empresas irán “a la ruina”. 

“La paradoja del agua: los turistas se refrescan en las piscinas, mientras que los lugareños ven sus jardines marchitarse”, así lo expresan empresas y autónomos malagueños de los sectores de jardinería, piscinas, viveros, socorrismo y apartamentos turísticos en un manifiesto al que este periódico ha tenido acceso. Asimismo, el representante de este nuevo movimiento formado por más de 80 empresas y alrededor de 300 personas, Andrés Marín, asegura que “esto puede ser una ruina” de cara al verano si la situación no cambia. En el caso de que la situación se mantenga, se producirá un despido generalizado en diferentes empresas que afectará a miles de familias en toda la provincia de Málaga. 

Muchas de las personas que vienen a Málaga durante el verano se hospedan en urbanizaciones o pisos turísticos, concretamente el 60% de los viajeros y al estar las piscinas cerradas puede que sus decisiones cambien. “Ya estamos teniendo conversaciones con vecinos sobre que hay personas que están cancelando sus vacaciones”, señala el propietario de una empresa de jardinería de Benalmádena. Además, remarca que al haber menos trabajo, las empresas están empezando a hacer recortes. 

Las empresas de mantenimiento y abastecimiento de productos de piscinas han visto reducida su facturación un 70% y las ventas de los viveros han caído un 30%, teniendo así grandes pérdidas económicas y de personal de trabajo. Además, no tienen la seguridad de poder recuperar ventas próximamente. Sin previsiones también está el sector del socorrismo, ya que no saben si podrán comenzar la temporada de trabajo. En cuanto a las consecuencias del impacto medioambiental, al disminuir el riego de las zonas ajardinadas, plantas, arboledas y cubiertas vegetales, muchas se acabarán perdiendo en su totalidad. 

En este sentido, Marín hace hincapié en la necesidad de un reparto equitativo de los recursos hídricos para permitir un riego de los jardines porque “ha llovido algo, pero dentro de dos o tres semanas no tendremos nada que hacer”. Al mismo tiempo también quieren que se pueda llenar de manera parcial las piscinas. A su juicio, “si una vez a la semana echas 15 o 20 minutos de agua para rellenar una piscina y subir un poco los niveles, realmente no es gasto de agua, donde sí hay gasto es en los parques acuáticos y en otros sectores”.

Para que sus exigencias lleguen lo más lejos posible se están poniendo en contacto con diferentes ayuntamientos de Málaga. El primero en reunirse con ellos ha sido el alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, que comparte con ellos “su preocupación por la difícil situación" que están viviendo e incidió, tras el encuentro, en que el gobierno local está comprometido en "impulsar medidas que permitan contar con más recursos hídricos para Benalmádena". 

Tenemos que movilizarnos, hacer mucho ruido y conseguir que las personas vean que realmente hay un problema muy gordo porque afecta al particular, al trabajador y a su familia entera”, puntualiza Marín. Por ello, están organizándose para llevar a cabo movilizaciones en Málaga para las que ya han pedido permiso.

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