Enfermeros de Málaga dicen que están “machacados” tras 16 meses de lucha contra la pandemia
Satse advierte de dos realidades; la de los centros sanitarios y la de calles con gente que incumple las medidas de seguridad
Málaga/Extenuados, machacados, agotados. Así confiesan que están los enfermeros tras 16 meses de lucha contra el coronavirus. Vacunar, rastrear contactos, hacer PCR, ponerse el EPI, atender a los pacientes entubados en las UCI, a los de planta, a los de los aislados en domicilios... Y todo eso sin olvidar al resto de las patologías. Así es su día a día.
“Una presión asistencial que está machacando física y emocionalmente a los ya agotados profesionales”, denuncia el Sindicato de Enfermería. En un durísimo comunicado, Satse sostiene que “parecen vivirse dos realidades paralelas” en Málaga: la de los centros sanitarios –tanto hospitales como ambulatorios– con “estrés, sobrecarga y agotamiento” y la de “calles abarrotadas, la de espacios públicos y privados donde las medidas de seguridad brillan por su ausencia, donde la mascarilla parece ser un elemento que ha pasado a ser un estorbo o un elemento más que llevar en los bolsos y bolsillos”.
El sindicato reprocha que el intenso trabajo que desarrollan en estos momentos los hospitales y los centros de salud para hacer frente al Covid 19 contrasta con “la laxitud de las medidas preventivas en la comunidad que adopta nuestra Administración”.
Por ello, Satse insta a los ciudadanos a “continuar con el esfuerzo de mantener las medidas preventivas fundamentales” para contener la quinta ola. La organización sindical recuerda que los hospitales ya han comenzado a disminuir la actividad asistencial y quirúrgica no urgente para poder destinar más recursos al incremento de la presión asistencial derivada del Covid 19 y que incluso el Hospital Costa del Sol, de Marbella, lleva varios días trasladando pacientes a otros centros sanitarios de Málaga capital. De hecho, según las estadísticas de la Consejería de Salud y Familias, en la actualidad hay ingresados en toda la provincia 465 pacientes. Este dato supone que en apenas un meses se ha sextuplicado los enfermos hospitalizados.
Satse resalta que lo hospitales ya están inmersos “de nuevo en una metamorfosis”, la de transformar plantas en unidades Covid, como ocurrió en las anteriores olas. Además insiste en que la pandemia, “lejos de finalizar, se encuentra activa y amenazante”. Y recuerda:“Detrás de esa metamorfosis, se encuentran profesionales sanitarios; enfermeras y enfermeros que vuelven a pasar horas bajo un EPI para garantizar unos cuidados asistenciales a pacientes que se encuentran en situación de aislamiento, alejados de familias y seres queridos”.
Contrapone esta entrega con la situación de “precariedad y maltrato laboral” que sufren los profesionales. “No se puede prolongar por más tiempo la situación de precariedad absoluta de las enfermeras y enfermeros, al sufrir jornadas de trabajo extenuantes, doblajes de turnos, ausencia de descansos, incluso en los días libres, llamadas telefónicas constantes para que se incorporen a trabajar en dichos días que legalmente les corresponden de descanso, contratos inestables y precarios y cambios permanentes de unidad y servicio en los hospitales”, protesta Satse. El sindicato denuncia que en algunos hospitales hay asignados hasta 30 pacientes por profesional y que en ciertos centros sociosanitarios se les encargan hasta 200 residentes por enfermero.
La organización sostiene que esta “desidia laboral y apatía institucional” es la causante de la emigración de más de 8.000 profesionales hacia Europa. Y denuncia que mientras de media en los países europeos la ratio es de nueve enfermeros por 1.000 habitantes, en Málaga es de tres por 1.000; apenas un tercio.
Por ello, Satse reclama “una solución y respuesta urgente a la grave situación laboral, retributiva y profesional” de los enfermeros dado que “la situación es insostenible y la respuesta ha de ser inmediata”. Para la organización, “está clara la responsabilidad directa de quienes han llevado a la sanidad de nuestro país a una situación límite, con altos índices de precariedad laboral y retributiva que la sitúan a la cola de Europa”.
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