No nos desprendemos del móvil. Nuestros dedos se mueven casi a la velocidad de la luz por la pantalla táctil, casi por inercia. Pero, un simple clic equivocado puede suponer un gran riesgo para datos confidenciales. La tecnología avanza y con ella la gama de técnicas delictivas, cada vez más disimuladas y afinadas. Nadie está exento de peligro. Los riesgos digitales los sufren tanto mayores, debido a su inexperiencia y analfabetismo digital; pero también los jóvenes, confiados y poco cautelosos.

Escuchar términos como phising -técnica que consiste en el envío de un correo electrónico por parte de un ciberdelincuente simulando ser una entidad legítima como un banco para conseguir información personal del usuario y hacer uso fraudulento de ella-, vishing -llamada donde el supuesto trabajador de un banco, institución o entidad pública solicita de igual modo datos personales para llevar a cabo un uso ilegal- o smishing -envío de mensajería instantánea para conseguir el mismo fin- ya no resulta tan extraño. Tampoco los conocidos como bizum inverso, el timo del amor o el del falso conocido. 

Con estas infinitas posibilidades de delinquir a través de la red, resulta natural que durante los tres primeros meses de 2023, de todos los delitos castigados penalmente en el balance internada, los cometidos por internet hayan experimentado una de las subidas más fuertes con respecto al primer trimestre de 2022. Así, la provincia pasa de registrar 2.546 entre enero y marzo del pasado año a 3.959 el mismo ejercicio de este. Por tanto, se han incrementado en un 55,5%.

Cabe destacar que la evolución ha sido progresiva. En 2015, primer año que el Ministerio del Interior comienza a recabar datos provinciales sobre denuncias interpuestas por Ciberdelitos, Málaga registra 1.822. El año siguiente, fueron 2.105 y 2015 experimentó un ligero crecimiento con 2.513. Ya en 2018 la cifra siguió subiendo hasta los 3.651. En 2019, el incremento fue significativo, pues se duplicaron las denuncias por este asunto, registrando un total de 6.550. Durante el 2020, prácticamente todos los delitos experimentaron un decremento como consecuencia de la llegada de la pandemia y las duras restricciones que se establecieron a nivel nacional. Sin embargo, este año, los ciberdelitos crecieron exponencialmente, con 9.183. En 2021 presentaron una leve bajada (2.894) y en 2022 volvieron a subir (11.902). Una tendencia a la alza que se prevé continúe así a lo largo de 2023.

Ya en enero, la Guardia Civil detuvo a ocho vecinos malagueños, miembros de una organización cibercriminal, de ámbito internacional, dedicada a la comisión de estafas a través de internet, de las que resultaban víctimas principalmente pymes, dado que no suelen tener implantados unos planes de ciberseguridad de alto nivel. La banda consiguió hacerse con 800.000 euros. Su modus operandi, conocido como Fraude email, consistía en suplantar una una de las dos empresas que realizan la transacción, habitualmente a la que reclama el pago mediante una factura proforma. Se trata de un tipo de fraude técnicamente sofisticado, así a la hora de realizar el mismo los autores del hecho interceptan el correo electrónico de la referida empresa cambiando la cuenta del banco donde realizar los pagos, de manera que la transferencia sea realizada a una cuenta controlada por la organización criminal. 

Si bien, casi todos los delitos castigados penalmente han aumentado en Málaga durante los tres primeros meses de este año en el balance interanual. Otra de las subidas más significativas, con respecto al primer trimestre de 2022, se da en los delitos contra la libertad sexual, que pasan de 119 a 152, lo que supone un crecimiento del 27,7%. En este apartado, es especialmente llamativo el incremento en un 62,5% de las violaciones, 15 más que el año anterior. Un total de 39 en los tres primeros meses de 2023, lo que significa que se registra una denuncia por una agresión sexual con penetración una cada dos días aproximadamente.

Los delitos dolosos y asesinatos consumados aumentaron en un 500% al pasar de uno en 2022 a seis en lo que va de año; mientras que aquellos en grado de tentativa mantienen la misma cifra: 13. El incremento de los secuestros, en un 300%, también llama la atención al pasar de dos el año anterior a ocho durante el mismo periodo de 2023.