TERRITORIO COMANCHE
  • Las despedidas de soltero que nos llenaban de glamour o que nos hacían ser más divertidos y felices, parece que ya no lo son tanto, quedando con el trasero al descubierto una vez más quienes niegan la evidencia

  • Del plan SOS al ‘pelotaSOS’

¡Esto es de lowcost!

Una despedida de solteros en el centro. Una despedida de solteros en el centro.

Una despedida de solteros en el centro. / Javier Albiñana

Escrito por

José Damián Ruiz Sinoga

EL martes pasado organizó un debate el OMAU, coordinado por el incombustible Guillermo Busutil, cuyo título generaba cuando menos expectación: ¿De quién es la ciudad? Ahí es nada. En el mismo participaron Paola Aranda, ambientóloga y representante de la Plataforma Ciudadana Bosque Urbano de Málaga; Pablo Bujalance, periodista, escritor, dramaturgo; y Sebastián Escamez, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Málaga. Realmente el debate se movió en la disquisición entre lo deseable en una sociedad moderna y lo real, en el marco de un análisis de la dinámica ciudadana de los últimos tiempos.

Y es que esta semana ha sido especialmente sensible en ese aspecto. El mismo domingo, el entorno del puerto de Málaga era un hervidero con seis cruceros de diferentes navieras que nos trajeron casi 7.000 criaturitas, muchas de las que prefirieron quedarse en Málaga en un día magnífico de verano, aunque estamos a noviembre, a irse a zascandilear por otras ciudades limítrofes. Desde el propio Consistorio municipal se utilizó al respecto la expresión “hacer caja” al valorar como algunos comercios del centro permanecían cerrados en un domingo, con la cantidad de billetes con patas que iban a estar huérfanos, como almas en pena deambulando por calle Larios en busca de descanso en la caja de cualquier comercio malagueño. Los seis cruceros también nos dejaron muchas toneladas de CO2, pero ya tenemos bien claro que, en Málaga, eso del cambio climático es de los otros. Como cuando antes se iba la luz y se decía que era “de la calle”, eso es lo que a algunas de nuestras autoridades les sucede en temas relativos al cambio climático.

Pero si la COP27 o cumbre del clima nos interesa una higa, la que nos vuelve locos por aquello de hacer caja es la World Travel Market celebrada en Londres. Es normal, dado que el turismo es nuestro principal recurso, así que no nos pongamos tiquismiquis porque nos pasemos de fritanga durante unos días, ni porque pongamos al alcalde hablándole de tú al Big Ben. Se procura la recuperación del turismo británico, y los turoperadores son optimistas barajando niveles prepandémicos. Queda descontada la capacidad de resiliencia del turismo.

Además, por si fuera poco, estamos enhebrando dos nuevos conceptos, nómadas digitales y energéticos, que están valorizando precisamente nuestra “benignidad climática”, en una parte importante, vinculada con los efectos de cambio climático, lo que pondría en entredicho el concepto en sí mismo. Nos referimos a aquellas personas que, por cuestiones de proximidad laboral, siempre vinculada con las nuevas tecnologías, o por nuestras peculiares condiciones energéticas, que guste o no el termino nos convierten en excepción ibérica, pueden pasar unos meses al año en nuestra tierra. El concepto es acertado y se aleja desde luego del turismo de sol y playa.

Además, ayer apareció la información de que el ayuntamiento tiene la intención de regular las despedidas de soltero/a. Aquellas que nos llenaban de glamour o que nos hacían ser más divertidos y felices, parece que ya no lo son tanto, quedando con el trasero al descubierto una vez más quienes niegan la evidencia, con lo simple que habría sido reconocer un serio problema de convivencia ciudadana, que está expulsando a la población del centro histórico.

Y en estas, aparece nuestro regidor afirmando, por arte de birlibirloque, que se demuestra que nuestro turismo es una apuesta por la calidad, y para ello se basa en la infografía de la Expo27 de la que aún somos candidatos. Se demuestra, ojo. Es sorprendente que hasta la infografía muy parecida a la de Apple en Cupertino, que asemeja a un donut, sea más verde en el propio original, que en la copia malagueña. Que en Málaga no hay turismo masivo, oiga. ¡Repítalo 1.000 veces!

La subida más elevada del precio del alquiler

Y en todo esto, el precio del alquiler en Málaga ha presentado este año la subida más elevada de la historia, con un incremento interanual del 26,9% sin el menor atisbo de descenso en el horizonte, según información del portal inmobiliario Fotocasa. Se da además la circunstancia de que tanto el mercado de renta como el de venta, presentan máximos al mismo tiempo, lo que está dificultado todavía más las soluciones habitacionales en la ciudad. Tema muy serio. De hecho, Málaga capital ha cerrado octubre de 2022 alcanzando el precio máximo de venta con 2.783 euros/metro cuadrado, y el precio más alto del alquiler con 12,58 euros /metro cuadrado, ambos por encima de la última burbuja inmobiliaria.

Con la previsible evolución de las hipotecas, los demandantes de vivienda han acelerado la búsqueda antes de que los tipos alcancen niveles inasumibles, y ese exceso de demanda ha provocado la espectacular subida de precios. Todo esto coloca al comprador foráneo, con más poder adquisitivo, en ventaja respecto al comprador local.

Por otro lado, el precio del alquiler mensual ha pasado de los 9,41euros /metro cuadrado de abril de 2021 a los 12,58 euros/metro cuadrado de octubre de 2022, su nivel máximo histórico, con una tendencia alcista desmesurada, debido a unos incrementos cada vez más significativos, hasta rozar el 30% de subida interanual, debido a la reducción de esa oferta de manera paulatina desde el inicio de la pandemia y el despertar de la demanda de alquiler, que ha crecido demasiado rápido para lo que el mercado puede absorber.

Concretando: en Málaga aspiramos a mas turismo de cruceros, más turismo británico, más turismo nómada ya sea digital o energético, el de golf, el de sol y playa, las clásicas y glamurosas despedidas de soltero “culturales” …con un precio de la vivienda en renta prohibitivo y en alquiler disparatado, y sin agua. Si hablas de ordenación de recursos o de tasa turística te conviertes en hereje. Ante este panorama, no resultará muy difícil comprender hacia donde se está expulsando a los malagueños, de quien es ya la ciudad, y a quien se debe semejante despropósito.

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