El presidente de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Emilio López Caparrós, ha fallecido este miércoles a los 58 años, víctima de una enfermedad respiratoria que no pudo superar. López, que llevaba al frente de los constructores malagueños desde 2015, fue enterrado este jueves por la tarde en el Parque Cementerio de Málaga, donde también se ofició una misa funeral en su recuerdo.

Emilio López Caparrós llegó la presidencia de los constructores y promotores malagueños hace tres años. Era ingeniero industrial de formación y desarrolló su actividad profesional fundamentalmente en el ámbito de la empresa, y en la actualidad era consejero delegado de la constructora malagueña Ielco, según una nota hecha pública desde la ACP.

La empresa fue creada por Emilio López y sus hermanos en 1988 y entre los proyectos más destacados de esta firma figura la peatonalización de las calles Larios y Granada, junto a otras vías del centro histórico de Málaga.

Accedió en julio de 2015 años a la presidencia de la ACP de Málaga

“Gran defensor del asociacionismo, participaba activamente en los órganos de Gobierno de otras Instituciones, y en la actualidad ocupaba el cargo de vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, vicepresidente de la Federación Andaluza de Contratistas (Fadeco), vocal en el Pleno de la Cámara de Comercio de Málaga y en la Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros Industriales, entre otros”, según un comunicado remitido por la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga.

Emilio López Caparrós accedió a la presidencia de esta asociación en julio del 2015 tras dejar el cargo quien había sido su presidente durante doce años, José Prado. La Asamblea General Anual celebrada ese año eligió a López Caparrós como presidente de la ACP para un periodo de cuatro años, en una candidatura conjunta, integrada también por María García Díaz y Miguel Rebollo Rico, como presidentes de las Juntas de Contratistas y Promotores, respectivamente.

Emilio López estaba a la espera de un trasplante tras ser diagnosticado de una neumonía aviar, contagiada presumiblemente por loros. De hecho su familia denunció la proliferación de cotorras argentinas en la Alameda de Colón, donde vivía, y los perjuicios que estos animales estaban provocando en su salud.

En una entrevista concedida hace un año a Málaga Hoy, el empresario aseguró que volvía el optimismo a las empresas promotoras de la provincia tras años de crisis, pese al “exceso de burocracia” que ahuyentaba a muchos inversores. También se reafirmaba en las dificultades existentes en el sector por la escasa obra pública.