Málaga

La falta de lluvias hace peligrar las producciones de algunos cultivos

  • La cosecha de trigo, la más afectada El olivo presenta pérdidas de hasta el 50%, la uva del 40%

A solo una semana de cerrar el segundo año hidrológico más seco de la provincia -apenas se han recogido 208,4 litros por metro cuadrado-, los agricultores mantienen la vista fija en el cielo. De que llueva o no en los próximos meses dependerá la cosecha del año que viene, pues la pasada ha sido prácticamente un desastre, si bien Baldomero Bellido, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), calcula que tendrían que caer unos 100 litros por metro cuadrado entre septiembre y octubre para salvar la producción. "No queremos ser alarmistas, pero si sigue sin llover estos problemas se pueden seguir agravando", expresa, "por lo que incitamos a los agricultores y ganaderos a que suscriban sus campos a un seguro para cubrir las pérdidas por la sequía", agrega.

La cosecha del cereal, que tuvo lugar durante los meses de abril y mayo, ha sido una de las más afectadas, sobre todo en la comarca del Valle del Guadalhorce y Guadalteba, donde se ha perdido prácticamente su totalidad. En cuanto al resto de cultivos, la campaña actual de la recogida de la uva presenta pérdidas de hasta el 50%, y la castaña una merma estimada en un 30%. Pero la escasez de precipitaciones de los últimos meses también ha pasado factura al olivar. La baja cosecha, estimada en torno a un 40% en la Serranía de Ronda, supondrá la pérdida de más de 20.000 jornales menos durante la campaña de la aceituna, que tendrá lugar durante el mes de octubre, según denunció UGT a través de un comunicado. "El olivo es un árbol que aguanta bien la sequía, pero no cuenta con reservas suficientes para aguantar el otoño y muchos podrían secarse. Espero que tras el verano venga una tregua y caiga algo de agua", expuso, por su parte, José Gámez, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). "Es una lucha diaria y, para colmo, tras el veto ruso, son ya más de 30 millones de euros de pérdidas", agregó.

La falta de vegetación debido a la sequía también ha causado estragos en la ganadería. Y es que la escasez de agua en algunos puntos de la provincia ha obligado a algunos ganaderos a abastecer durante algún tiempo a sus animales con cubas de agua. "Es un pulso constante, los sacamos adelante a base de paja y pienso porque no hay pasto, lo que incrementa el coste", explica Francisco Sánchez, socio de Asaja.

También ha habido una merma en la cosecha de los mangos. Solo los cítricos se salvan de una mala producción, si bien estos árboles se adaptan mejor al calendario de riegos.

Cada día de sol y de ausencia de precipitaciones supone un drama para los agricultores. "Hay de que partir de que el agua es esencial para que la planta termine su ciclo y la fruta pueda engordar, tanto en cantidad como en calidad", manifiesta Juan Bernal, viñero y socio de Asaja. Además, como consecuencia, "el coste de producción va a ser mayor porque tendré que trabajar más la planta e incluso dar algún tratamiento de más para protegerla. Y si se produce menos se incrementa el coste en el mercado, esto es una cadena". Por su parte, Manuel Salcedo, agricultor, prepara ya la siembra para la nueva campaña, "la cuestión es qué sembramos y qué abono le echamos, porque no sabemos qué puede pasar", comenta. "Quien se arriesga a sembrar hortalizas en la comarca del Guadalhorce es porque tiene pozo propio", manifestó.

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