Málaga

Las familias de bebés 'robados' exigen que se reabran sus casos

  • Afectados de Málaga, La Línea y Granada se concentraron ayer en Larios para pedir que "nos digan la verdad" · Sólo en la provincia se han archivado una veintena de causas

"Nos estamos manifestando porque están archivando las causas sin ni siquiera avisar", decía ayer Angustias Rodríguez, delegada en Granada de la Asociación de Bebés Robados de Andalucía (Aberoa). Tan sólo en la provincia de Málaga se han cerrado unos 20 casos "por no ver indicios", a pesar de las contradicciones en los documentos, de no hallar los restos en los cementerios y encontrar legajos de aborto que no coinciden con la realidad, según los afectados. Por ello, las familias andaluzas salieron a la calle para pedir "justicia" y una investigación justa y plena de todos los casos denunciados.

Angustias busca a su hermana, que nació en Loja en 1963 y después de pasar cuatro días en la incubadora le dijeron a sus padres que había fallecido. Cuando quisieron recuperar los restos, "dijeron que no, que el hospital se ocupaba de todo", explicaba ayer esta granadina que asegura que tanto en el registro civil como en el cementerio consta que la recién nacida fue enterrada al día siguiente de su nacimiento.

Isabel Agüera, presidenta de Aberoa, comentó la "frustración" que sienten los afectados porque "no tenemos ayuda de ningún tipo por parte del Gobierno, los casos se cierran sin que se lleven a cabo investigaciones hasta el final, sin que hayan estudios exhaustivos". El suyo fue uno de los que dieron carpetazo. Sin embargo, hizo que se volviera a reabrir para continuar la investigación.

En 2009 comenzó la lucha de Isabel Agüera y hacer visible el problema ha propiciado que muchos se animen a denunciar. Según Aberoa, podrían existir en España unos 300.000 casos de bebés 'robados' entre los años 40 y los 90. En Málaga, de momento, se han puesto 90 denuncias y otro centenar de familias están en proceso de recopilación de datos.

María del Carmen Vigo es una de las que interpuso denuncia por la pérdida de un hermano nacido en 1972. Era el noveno hijo de su madre, todos paridos en casa. "Pero esta vez para mayor seguridad mi padre la llevó al hospital Carlos Haya", relataba ayer. Justo después de dar a luz y escuchar el llanto, la dejaron dormida y no pudo ver a su hijo, según denuncia María del Carmen. Ni ella, ni nadie de la familia vio al pequeño. Les dijeron que había muerto y que su madre estaba muy grave, una excusa, considera, "para distraer nuestra atención".

"No me dan ni el historial médico, primero me dijeron que se perdió en las inundaciones, luego que si un incendio y ahora que hace ya mucho tiempo", aseguró esta afectada, que tampoco encuentra documentación alguna sobre el paso de su madre por el centro hospitalario ni archivo en el cementerio de San Rafael, "donde decían que llevaban a todos los niños".

En este camposanto también acabó supuestamente la primera hija de María Fernanda Victori. Nació en 1979 también en Carlos Haya. "Me hicieron cesárea y la tuve conmigo 26 horas y media, luego se la llevaron para darle un biberón y vino el médico buscando a mi marido para decirle que se había atragantado con la leche", comentó María Fernanda que también encontró falta de coincidencias en las fechas del certificado de nacimiento y de defunción.

También tiene su demanda puesta María Nieves Núñez. Tuvo dos gemelas el 11 de marzo de 1975, "las escuché, estaban vivas y ni me las enseñaron", se quejaba ayer en la concentración. "Se las llevaron corriendo a la incubadora", añadía. El día 14 le dieron el alta y el 15, cuando volvió al hospital para ver a sus hijas le informaron de que una de ellas había muerto, "pero no me la enseñaron", criticó y apuntó que "esa misma noche la Guardia Civil vino a mi casa para decirme que había muerto la otra".

A María Nieves y su marido le entregaron dos supuestos cuerpos sin vida liados en gasas que no pudieron descubrir ni tocar ante las amenazas del personal sanitario de acusarlos a la Policía, según la versión de los afectados. Además denunció que "el médico que firmó la defunción utilizó apellidos falsos, ya que no existe en el registro del Colegio de Médicos".

Sumado a esto, encontró que había dos fechas distintas en los registros del enterramiento, cuando se produjo el mismo día para las dos niñas. Cuando quiso exhumar los restos, en el cementerio de San Rafael "ya no queda nada, dicen que todo lo que había se encuentra en una fosa común".

Como ella, todos los afectados saben que la reconstrucción no será fácil pero "por lo menos necesitamos saber la verdad".

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