El conocido como Bosque de Cobre luce ya sus mejores galas y el espectáculo de color que genera cada año se encuentra ya en su momento álgido.

Recorrer estos días el Valle del Genal es adentrarse en un mundo casi fantástico en el que el color amarillo ocre de sus bosques de castaños es el gran protagonistas. Un bosque que parece encantando y en el que emergen entre sus caminos los ‘gigantes’ que con decenas de años en sus troncos hacen que el espectáculo natural sea mayúsculo.

El color amarillo ocre ya es muy intenso

Unos viejos castaños que aparecen por todos los rincones aguantando sobre sus hombros brotes jóvenes que tienen una mayor viveza y que son los encargados de producir cada año las castañas.

Estos ‘gigantes de cobre’ son los más buscados en estos días por los miles de visitantes que acuden a la zona a contemplar un paisaje tan único que una misma zona cambia conforme avanza el día pareciendo lugares distintos.

Imposibles de abarcar sus troncos por una sola persona y con formas caprichosas de sus troncos, tomarse una fotografía junto a alguno de ellos, abrazado o en sus enormes raíces que sobresalen de la tierra es una práctica casi obligada para llevarse esa imagen como recuerdo.

Uno de los ejemplares de castaños de gran tamaño.

Unos ‘gigantes’ que están por todas partes entre el bosque de castaños mucho más jóvenes y que no son complicados de encontrar.

Todo dentro de un conjunto que no deja de asombrar a los visitantes, tanto a los que repiten como a aquellos que lo visitan por primera vez. “Es la primera vez que venimos y estamos alucinando”, aseguraba Luis mientras recorría uno de los senderos que parten desde el casco urbano de Pujerra y se adentraba hacia el interior de un bosque que permite adaptarse a las exigencias físicas de casi cualquier persona.

Y es que la gran cantidad de rutas existentes permiten acometer grandes caminadas o simplemente adentrarse unos cientos de metros y disfrutar del Bosque de Cobre.

Senderistas rodeados de castaños gigantes.

Un espacio natural que resistió al gran incendio de Sierra Bermeja y el Valle del Genal y que ahora se convirtió en el gran pulmón verde de la zona.

Además, también es posible realizar rutas que unen los diferentes municipios que están enclavados dentro de este enorme bosque, por lo que las posibilidades para los senderistas son muy amplias y también permiten el poder realizar descansos, comer, tomar algún refrigerio y posteriormente volver al punto de inicio para regresar al punto de partida.

Y es que recorrer el Bosque de Cobre y disfrutar de la gastronomía local es uno de los planes más generalizados entre aquellos que estos días acuden a realizar la visita. Incluso algunos de ellos han decidido reservar un alojamiento y así poder realizar diferentes recorridos.

Visitantes tomando imágenes

Incluso para aquellos menos aficionados a caminar es posible disfrutar del espectáculo sin casi tener que bajarse del coche, ya que buena parte de las carreteras que pasan por la zona la mayoría de su recorrido discurre por mitad del bosque de castaños, por lo que es posible contemplar el espectáculo de color desde el interior del vehículo. Además, ciclistas y moteros no dudan en estas fechas en realizar diferentes rutas por estas carreteras para poder contemplar sus rincones y su característico color que tendrá fin dentro de pocas semanas.

Unas visitas que se reflejan en estas pequeñas localidades cuyos alojamientos rurales y restaurantes registran estos días una gran afluencia. “Hay mucho ambiente en el pueblo”, reconocía la alcaldesa de Parauta, Katrin Ortega.

Las carreteras también atraen a moteros y ciclistas.

“Los alojamientos se encuentran al completo y los restaurantes no tienen reservas desde el pasado martes”, explicaba la regidora.

Unas visitas que suponen un importante ingreso para unos municipios en los que este año la campaña de la castaña no ha sido buena debido a merma de la producción y a un problema de calidad que surgió por la presencia de un hongo en algunas zonas.