Hablan los expertos sobre el Metro de Málaga: “Atarazanas fue un parche, la solución era La Marina”

Entienden que los cortes en épocas de demanda excepcional son normales y apuntan a un gran intercambiador frente a Larios como única vía en el futuro para ser funcionales

El Metro de Málaga impide a los viajeros llegar hasta el Centro tras las aglomeraciones del Lunes Santo

Usuarios, entre ellos nazarenos, salen al centro en metro este miércoles, antes del corte parcial. / Javier Albiñana

Una estación que nació pequeña. Una solución transitoria para llegar de la manera que fuese al Centro ante el mayúsculo coste que suponía que, como estaba previsto en un primer momento, el metro hiciera parada en una gran estación en la plaza de La Marina. Los expertos en movilidad son claros a la hora de ver el problema: había que llegar al corazón de la ciudad y, ante la dificultad de una solución perfecta se optó por una buena, pero que los días de más exigencia queda, al menos en parte, colapsada e inutilizada.

Los datos son claros, el Lunes Santo, el suburbano movió más de 113.000 viajeros, por los 50.000 que transporta en un día normal. Récord desde que está en circulación. Esto supuso "aglomeraciones puntuales", según reconoce la Junta de Andalucía, que llevó a la Policía Nacional a pedir que la estación de Atarazanas, en la Alameda Principal, no se utilizase más que para desalojar pasajeros y Guadalmedina fuese el último punto para acercarse al corazón de la ciudad en suburbano durante las horas punta del día.

No es la primera vez que esto sucede, pero la Junta de Andalucía la semana pasada a la vez que anunciaba que ampliaba los horarios afirmó que Atarazanas sería "completamente funcional".

"Esto ya se sabía, Atarazanas es una estación provisional que se monta el andén en el hueco que hay para las vías, es una solución provisional, un parche, que puso la Junta socialista cuando se quedó sin presupuesto para la gran estación en La Marina por la crisis", afirma Vicente Jordá, ingeniero de transportes, consultor y miembro de la Plataforma por las Infraestructuras de Málaga.

La estación en La Marina era piedra angular en los primeros proyectos del Metro, que presentaba un esquema casi radial en el que el suburbano se prolongaba hasta El Palo. Pero surgió un problema: el aparcamiento –que aún continúa– era de Smassa, la sociedad municipal de aparcamientos, hasta hace poco propiedad en un 49% de dos empresas privadas. Lo que hacía que el canon a pagar elevase sobremanera el precio de construirla.

Lluis Sanvicens, es consultor en movilidad urbana, y durante más de 15 años trabajó para Metro Málaga. En una primera etapa, entre 2006 y 2014, fue ingeniero de proyecto durante las obras y, en una última etapa, entre 2017 y 2022, jefe de Ingeniería. Conoce, de esta manera las entrañas del metro, sus proyectos y las visicitudes que ha pasado durante los últimos años.

"Lo que se hizo fue una solución de compromiso, la estación originalmente estaba diseñada para estar en La Marina, pero como estaba el aparcamiento y problemas con los ficus no se llegó y se optó por Atarazanas. Fue una buena solución, había que llegar hasta el centro", dice Sanvicens. Lo perfecto, en esta ocasión, fue enemigo de lo bueno. Aunque eso supuso una estación "que no es muy grande y es la que tiene más demanda y en momentos se nota, como Semana Santa, se nota. Tienes una estación que funciona bien durante 360 días y hay cinco días que tienes una demanda que no puedes atender".

En virtud a esto, Sanvicens entiende que la decisión tomada tras el requerimiento de la Policía es el correcto. "No veo mal que durante cinco días al año la última estación sea Guadalmedina, que es una estación grande. A nivel coste beneficio, lo que supondría hacer sólo la estación de La Marina para esto no compensa, otra cosa es que se extienda al Este".

Inutilizar, al menos en parte, una estación, no es algo infrecuente en días de gran afluencia en las grandes ciudades, recuerdan tanto Sanvicens como Jordá. Pasa en Puerta del Sol en Madrid durante la Navidad, en Valencia en Fallas o en Sevilla en Feria. "En momentos de mucha demanda, se acaba cerrando la estación y la gente baja en la precende o posterior para laminar el fluido de viajeros, que se llama". En Málaga, además, la boca de Atarazanas dejaría a los viajeros en una especie de ratonera, encajonados en el recorrido oficial y justo a espaldas del sillerío de La Alameda, con lo que es muy posible que muchos optasen por quedarse en la zona, aglomerando más el espacio de lo que naturalmente puede sorportar.

¿Trenes dobles?

Una solución a las aglomeraciones y el colapso en las estaciones puede estar en los trenes en doble composición, es decir, los trenes dobles. Ahora mismo, tanto la infraestructura como los propios vehículos pueden ir unidos, con un solo conductor. Así, de los 200 pasajeros que se pueden transportar por viaje, se duplicarían hasta los 400. Sin embargo, esta vuelve a ser una solución hasta Guadalmedina.

"En Atarazanas dudo mucho que entren las personas que caben en un tren en doble composición", asegura Jordá. Tanto él como Sanvicens son favorables a esta solución a la hora de aliviar horas de grandes demandas, tanto es así que Jordá asegura que uno de los grandes problemas del metro actual es que los vehículos no son de gran capacidad como en Madrid, Barcelona o Valencia, sino que son tranvías en realidad.

Otro de los problemas es el número de trenes de los que se dispone y si la decisión de poner a circular algunos en doble composición no implica aumentar la frecuencia entre trenes. "Para aumentar el servicio de Metro puedes disminuir el intervalo entre trenes o poner una doble composición, pero para eso necesitas más trenes", afirma Sanvicens, que opina que esta decisión habría que justificarla, "si cubres la demanda ordinaria bien y los pasajeros no tienen que esperar en el andén entre trenes, hay que estudiar si realmente hay que hacer esa inversión en vehículos y personal".

Ahora mismo la flota del metro de Málaga cuenta con 18 vehículos, 14 Urbos 3 y 4 Urbos 100, más modernos, que llegaron en septiembre de 2023. Estos últimos vehículos costaron más de 15 millones de euros, es decir, casi 4 millones cada uno. Con ellos, ahora mismo el metro puede pasar cada 5 minutos en horas punta. "Si la demanda es extraordinaria y puntual, no merece la pena hacer ese gasto, si un día el servicio que das no cubre la demanda, entonces sí", asegura Sanvicens.

"Solución para Atarazanas no hay, y que no la vendan", dice Jordá, que señala que la única vía posible para tener una estación funcional incluso en momentos de demanda excepcional como Semana Santa, Black Friday o Navidad, es hacer una gran estación en Plaza de la Marina. "Ahí la responsabilidad es compartida, porque el Ayuntamiento la contempla en su Plan Málaga Litoral, con un intercambiador para Metro, Cercanías y autobuses".

Esta solución, más allá del Plan Málaga Litoral, ahora es un poco más posible, en tanto que la Estación autobuses de Muelle Heredia tiene fecha de caducidad por el proyecto para crear una city en el Muelle 4 del Puerto de Málaga. Y que el aparcamiento ya es puramente municipal, "pero que vayan empezando ya, que será una obra complicada, ya sabemos que allí hay restos arqueológicos, pero nadie va a mover ficha hasta que no salga el estudio del tren litoral del Gobierno".

Cruce de reproches entre PP y PSOE

Que cualquier tema puede suscitar bronca política en Málaga es ya el pan nuestro de cada día. Pero si tiene que ver con la movilidad, uno de los temas candentes en la agenda de la provincia, las probabilidades de cruce de reproches se elevan. El último cruce tiene que ver con el Metro y con la imposibilidad de llegar a la Estación de Atarazanas por las tardes desde el martes hasta el viernes por las aglomeraciones vividas el Lunes Santo, día récord histórico de viajero en el suburbano. La Policía Nacional requirió que se usara la estación sólo para desalojar personas del centro y que Guadalmedina fuese el último punto de entrada. El PSOE habla de falta de previsión por parte de la Junta, el PP dice que es un "disparate" que los socialistas cuestionen la petición de los cuerpos y fuerzas de seguridad.

La portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Málaga, Elisa Pérez de Siles, ha advertido este miércoles de que "la seguridad de los malagueños está antes que la política". Así, ha pedido a los socialistas que "mediten" sus manifestaciones antes de seguir criticando una petición de la Policía Nacional, "un Cuerpo, por cierto, adscrito al Ministerio del Interior, dependiente del Gobierno de Pedro Sánchez", ha subrayado.

El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Málaga calificaba este martes de “vergonzosa e incomprensible” la decisión de la Junta de Andalucía de restringir el uso de la estación de Atarazanas del Metro de Málaga en pleno epicentro de la Semana Santa. Una medida que, en palabras de los socialistas, “no resuelve nada y penaliza a los miles de usuarios que confían en el transporte público para moverse durante estos días clave”, explicaba Dani Pérez, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga.

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