Tendinitis, cefaleas, conjuntivitis, lumbalgias, contracturas, dolores de muelas, ansiedad o manchas en la piel. Estas son algunas de las urgencias que el Carlos Haya ve a diario. De los 541 pacientes que de media atiende al día en verano, más de la mitad son casos banales. Estos enfermos que no están graves deberían haber acudido a su centro de salud o al punto de urgencias de su zona -que es un ambulatorio que centraliza la asistencia nocturna y de fines de semana- y no al hospital de más nivel de la provincia. Como mero ejemplo, el año pasado el Carlos Haya atendió en Urgencias a 1.962 personas con dolor de muelas, a 1.800 con conjuntivitis y a casi 700 con ansiedad.

"Es un despropósito ir al hospital por un dolor de muelas. El ciudadano tiene que concienciarse que el uso adecuado de los recursos es lo que va a permitir la sostenibilidad del sistema. De lo contrario, va a pasar lo mismo que en Italia", reflexiona Guillermo Quesada, director de Cuidados Críticos de Urgencias de adultos del Carlos Haya. En ese país se tramita un plan de ajuste que establece el copago de 25 euros para aquellos pacientes que acudan a Urgencias y no sean ingresados. Las 541 urgencias que de media diaria se ven en el hospital incluyen los datos de adultos atendidos en Carlos Haya y el Civil. En función de la gravedad, se clasifican de 1 a 5, siendo este último el escalón más leve. Solo este aparato suma el 56% de los pacientes asistidos. Por ello, Quesada sostiene que en más de la mitad de los casos no está justificado acudir al hospital. "Las Urgencias es la entrada falsa del sistema, cuando la entrada es por la atención primaria", argumenta. Pero acudiendo a una urgencia hospitalaria, el enfermo recibe asistencia de un especialista ese mismo día; algo que no ocurre -salvo que sea una verdadera urgencia- si va a su centro de salud.

Pero hay un pequeño cambio. Las urgencias vienen bajando desde hace poco más de dos años. En 2009 con respecto a 2008 se produjo en el Carlos Haya y el Civil un descenso del 3% de las urgencias. De 2009 con relación a 2010, la caída fue casi del 4%. La tendencia en el primer semestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2010 también refleja una disminución del 3%. Eso supone que de las 200.000 urgencias anuales que ve el Carlos Haya, se han recortado en unas 6.000 cada año en el último bienio. Los profesionales no saben la causa de ese ligero descenso de la demanda, pero es una tendencia que también se registra en Andalucía. Quesada argumenta que los recursos sanitarios hay que usarlos de manera adecuada ya que existen desde centros de salud hasta un hospital de máximo nivel como el Carlos Haya "porque la salud no tiene precio, pero sí tiene un coste".