A primera hora de la mañana de este viernes, cuando se producía la quinta jornada de huelga de transportistas, decenas de camiones volvían a salir a las calles de la capital malagueña en protesta por el elevado precio del combustible.

Un escenario que no prevé sofocarse en los próximos días. "Por ahora no hay previsión de desconvocar los paros, al contrario", ha afirmado a este periódico una de las componentes de la Plataforma de Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional -convocante de la huelga-, Marina Ramírez, quien ha añadido que lo harán cuando "la ministra se digne a recibirnos".

Por su parte, la titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez Jiménez, se niega a hacerlo, al considerarla una organización minoritaria dentro del sector. Además, lo define como un grupo de ultras que intenta someter al país a un chantaje.

Sánchez Jiménez asegura que su único interlocutor válido con el sector es el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), del que la Plataforma no forma parte, y con el que se ha comprometido esta semana a tomar medidas urgentes ante la escalada del precios de los carburantes, agravada por la invasión rusa de Ucrania.

"El CNTC representa a las grandes empresas de España. El 85% de la flota de transporte es nuestro, de los pequeños autónomos, por eso a mí no me representa", manifiesta Ramírez, quien insiste en que la ministra debería reunirse con los representantes de la plataforma a la que pertenece.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la misma línea que la ministra, ha expresado su "absoluta empatía" ante las demandas de los transportistas, a los que ha ofrecido diálogo, pero ha llamado a la calma ante las acciones violentas de "una minoría" frente a las que el Ejecutivo garantizará el orden público.

De hecho, el Ministerio del Interior ha movilizado a 23.600 efectivos de la Policía y la Guardia Civil para garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales, las infraestructuras críticas y que no haya desabastecimiento en los bienes de primera necesidad.

La Plataforma de Defensa del Sector de Transporte de Mercancías condena los actos violentos que se hayan podido producir, apunta Raquel Sánchez, aunque destaca que en Málaga no ha tenido lugar ningún episodio de este tipo.

Asimismo, asegura que a los pequeños autónomos  que se acercan con sus furgonetas a las lonjas para recoger los productos frescos que venden en sus establecimientos los están dejando "trabajar perfectamente". "Nosotros solo paramos a los tráiler para informarles e invitarles a que se unan a nosotros", añade.

Sin embargo, muchos puestos en los mercados de abastos de la capital malagueña permanecían cerrados este viernes como consecuencia de la huelga. Los trabajadores que han conseguido abrir -algunos con pocos productos- señalaban la escasez de géneros, su encarecimiento y los piquetes como motivos principales de la bajada de persianas de muchos puestos a su alrededor.