El Instituto de Educación Secundaria La Rosaleda lleva formando a los jóvenes de toda la provincia desde hace 75 años y desde los años 90 organizan unas jornadas de puertas abiertas para dar a conocer toda su oferta formativa. Además, también tienen el objetivo de incentivar a los estudiantes de que cursen este tipo de ciclos, cuya inserción laboral consideran que está asegurada. 

En el centro hay actualmente, según José David Triguero, director del IES La Rosaleda, 2.600 alumnos matriculados en FP Básica, FP Básica Específica, Grado Medio, Grado Superior, Bachillerato, Cursos de especialización y Enseñanza para personas adultas. Actualmente cuentan con 14 familias profesionales, tres FP Básicas, dos específicas, 18 grados medios, 13 grados superiores y tres cursos de especialización de FP. Cabe señalar que el instituto tiene turno de mañana y tarde.

Para dar a conocer toda la oferta educativa que tienen y también para orientar a los jóvenes de cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato que deben comenzar a decidir qué van a estudiar el próximo curso, el IES La Rosaleda ha montado por todo su centro diferentes stand donde los propios estudiantes muestran que están aprendiendo en sus ciclos.

Asimismo, otro objetivo de estas jornadas es que los estudiantes sean capaces de ver que con la FP encontrarán trabajo seguro. Diferentes profesores del centro que están al frente de distintos departamentos coinciden en que todos los alumnos que cursan una FP encuentran trabajo al terminar de estudiar y el que no empieza a trabajar es porque decide seguir estudiando o rechaza la oferta. Además, destacan la importancia de la FP Dual y que el centro está comenzando a trabajar para que todos los ciclos formativos que tienen pasen a ser de esta modalidad.

Estudiantes de los ciclos de jardinería y madera en las jornadas de puertas abiertas del IES La Rosaleda.

En este sentido, el ciclo de Sistemas de Telecomunicación e Informáticos es uno de los que mayor inserción laboral tiene de todo el centro. Sus profesores inciden en que no tienen alumnos suficientes para cubrir toda la demanda de trabajo que tienen. “Nos llaman las empresas pidiéndonos estudiantes que estén en formación o que ya hayan terminado para que se los mandemos para trabajar”, señalan. Asimismo, sostienen que cuentan con unos 40 alumnos en primero y unos 25 en segundo, los cuales encontrarán trabajo, según sus docentes, si están interesados en cuanto terminen el grado.

Lo mismo sucede en los ciclos del departamento de electricidad y electrónica. Sus profesores apuntan que en el tercer trimestre de segundo van a hacer prácticas y “los alumnos suelen quedarse en las empresas”. Formación en instalaciones eléctricas, automatismos industriales, domótica, telecomunicaciones en viviendas o máquinas eléctricas son algunas de las asignaturas que los jóvenes cursan en estos ciclos.

Y de aprender cómo funciona una lámpara a conocer cómo montar el motor de un coche. Los interesados en mecánica tienen diferentes ciclos formativos y dos cursos de especialización. Uno de ellos recién estrenado: Mantenimiento de Vehículos Híbridos y Eléctricos. Con unos 30 alumnos por grupo, los estudiantes aprenden las nociones básicas en primero, que se amplían en segundo al introducir la electricidad.

Con el fin de integrar a las personas con necesidades especiales en la sociedad y estas puedan tener un oficio en el IES La Rosaleda hay dos FP específicas que les permite aprender jardinería y carpintería. Marina, la responsable de este departamento, asegura que este alumnado cursa esta FP para conseguir un certificado y para así en un futuro trabajar e integrarse en la sociedad. En total, estas formaciones cuentan con unos 25 alumnos.

Junto a toda su oferta educativa, el IES La Rosaleda también cuenta, en el departamento de orientación, con diferentes profesionales que ayudan a jóvenes con diferentes necesidades a asistir a clase. Si un estudiante tiene un problema de audición, una persona lo acompaña para interpretar en lenguaje de signos todo lo que el profesor esté explicando. También cuentan con profesores de apoyo que asesoran a los profesores sobre cómo ayudar este alumnado y las PTIS que supervisan a los estudiantes con determinadas necesidades.