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Los investigadores noveles de Derecho se hacen visibles

  • Doctores con menos de cinco años de trayectoria y doctorandos se agrupan para autoformarse, reivindicar medios y denunciar el abandono institucional que sufrenEl Aula de Investigación Novel, apoyada por el Decanato de la Facultad de Derecho, permitirá a los principiantes exponer sus trabajos y someterlos a la opinión crítica de compañeros y senior

JOSÉ Becerra tiene 32 años, hace siete meses que leyó su tesis doctoral sobre la toma de decisiones legislativas en derecho penal y calcula que le será difícil antes de los 40 conseguir una cierta estabilización en la carrera académica. Por el momento disfruta de un magro contrato de sustituto interino que le compromete a tres horas semanales de docencia en la Facultad de Derecho de Málaga. El recorrido de su compañera Carolina Jiménez también se dibuja como una carrera de obstáculos: desde 2007 investiga las cuestiones de género en los conflictos armados. Aspira a un doctorado europeo que le obligará a sufragar de su bolsillo una estancia de tres meses en Cambridge. Carece de ayudas públicas. Incluso acceder a la condición de "becario precario" ya le parece un logro.

Pero las incertidumbres en la carrera académica van más allá de las oportunidades de futuro. Arrancan el mismo día que un recién titulado con su diploma bajo el brazo opta por la investigación: "Al comenzar nos faltan conocimientos sobre la metodología, técnicas de investigación y búsqueda de fuentes, necesitamos formación, información, recursos económicos y hasta apoyo moral", resume Carolina Jiménez. "El director de tesis orienta y supervisa tu trabajo, pero su misión es limitada". En definitiva, los doctorados se adentran en solitario en un mundo inhóspito. Y esa carencia es a la que José Becerra y Carolina Jiménez acaban de plantar cara en la Facultad de Derecho creando el Aula de Investigación Novel que agrupa a 20 titulados que están realizando la tesis de fin de máster, la tesis doctoral o hace menos de cinco años que son doctores. Es un intento de hacerse visibles derivado de "la situación de necesidad provocada por la falta de recursos que no nos proporciona la Universidad, la Junta de Andalucía ni el Ministerio de Educación".

Los objetivos del aula se encuadran en dos bloques: por una parte proporcionar formación, canalizar dudas, demandas y sugerencias de los investigadores y establecer pautas en la actividad científica de los alumnos de posgrado. De otro lado pretende establecer vínculos entre investigadores noveles y senior, crear lo que denominan un "ambiente de intelectualidad" académica que les permita enriquecerse del trabajo que hacen otros compañeros en otras áreas. La primera reunión del grupo se ha celebrado en julio y ha consistido en un taller sobre la búsqueda electrónica de información que les permita no perderse "en un mar de fuentes".

A partir de octubre realizarán encuentros mensuales que alternarán la formación en metodología y búsqueda de fuentes con reuniones sobre contenidos científicos en los que un investigador novel explicará su trabajo para a continuación someterlo a la opinión crítica tanto de sus compañeros como de un investigador veterano. "Esto también nos ayuda a aprender a exponer en público, a someternos a críticas. Es, en resumen, un ensayo de lo que va a ser nuestra actividad académica", puntualiza José Ratia. Los coordinadores del Aula de Investigadores Noveles, creado con el apoyo del Decanato de la Facultad de Derecho, subrayan la frustración que les produce "saber que la universidad no apuesta por nosotros". Las dificultades para hallar estabilidad laboral en la carrera científica provoca que un elevado número de noveles tiren la toalla justo cuando alcanzan la madurez investigadora.

Este fenómeno explica por qué en los departamentos universitarios convive una generación muy experimentada pero de mucha edad con principiantes, sin que exista una generación intermedia claramente identificada. Ese vacío generacional es precisamente el que han dejado los que abandonaron a mitad de recorrido. Incluso hay departamentos que ni siquiera tienen becarios, en gran medida porque los senior evitan enredar en la vida académica a unos jóvenes a los que saben que no pueden darles ninguna garantía de futuro.

La vicedecana de Investigación de la Facultad de Derecho de Málaga, Magdalena Martín, subraya que la universidad tiene ahora "una cantera excelente, pero a los que ya estamos nos resulta a veces difícil comprometernos a dirigir la carrera de un joven porque no podemos ofrecer infraestructuras laborales y científicas. Sabemos que van a estar mucho tiempo en barbecho por muy buena que sea su preparación y capacidad, mientras que en la calle a lo mejor sí podrían tener un desarrollo profesional más rápido y mejor pagado".

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