Laura Peláez, de 24 años y natural de Antequera, murió en Zambia al ser atacada por un elefante mientras participaba en un safari en un parque natural al este del país, según confirmaron a este periódico fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. El suceso ocurrió a las 18:30, cuando por causas que aún se desconocen, el elefante embistió a la joven, que se encontraba disfrutando de la visita junto a sus compañeros de trabajo, de la visita al Parque Nacional de Luangwa, situado al este del país, cerca de la localidad de Mpika, una de las entradas al parque. Laura trabajaba en una importante empresa dedicada al sector textil y moda localizada en Torremolinos, aunque según confirmó el alcalde de Antequera, Ricardo Millán, también colaboraba en una ONG. El Ayuntamiento, por su parte, ya ha iniciado todos los trámites con el Ministerio de Asuntos Exteriores para repatriar el cadáver.

La familia de Laura Peláez pide rapidez para repatriar el cadáver, aunque reconoce que la situación es difícil por la ausencia de embajada española y por la lejanía, unos 600 kilómetros, de la capital, Lusaka.

Según han informado fuentes de la familia, están contactando desde ayer con las diferentes administraciones para lograr la repatriación lo antes posible y esta mañana han mantenido una reunión con el alcalde de Antequera, Ricardo Millán. "Por medio del subdelegado del Gobierno estamos intentando agilizar el traslado lo antes posible", han señalado las mismas fuentes, que han advertido de que al no existir embajada, todo se está realizando a través de un cónsul honorario, pero es "tremendamente complicado".

Laura Peláez se encontraba de vacaciones, periodo que siempre aprovechaba para realizar labores humanitarias con una ONG, con la que participaba en una expedición en el momento del accidente. Su cuerpo se encuentra aún en la localidad de Mpika, una de las entradas al Parque Nacional de Luangwa, donde ocurrió el suceso.

El parque, situado en el valle del río Luangwa, lleva abierto al turismo desde hace pocos años, ya que se consideraba demasiado salvaje y era una reserva dedicada al estudio de la fauna gestionada por la Sociedad Zoológica de Fráncfort. Este espacio natural está situado en la parte oriental de Zambia, a unos 600 kilómetros de Lusaka, la capital.

En él viven una amplia variedad de animales salvajes, como elefantes, hipopótamos, cocodrilos y búfalos. En el parque se ofrece la posibilidad de realizar safaris a pie, nocturnos y en todo terreno por sus sabanas y bosques, aunque el Ministerio de Exteriores no ha podido precisar en qué circunstancias se produjo el accidente. La embajada española en Zimbawe informó del trágico suceso al Ministerio de Asuntos Exteriores, que ayer confirmó la muerte y se lo comunicó a su familia para iniciar los trámites de la repatriación del cuerpo, aunque todavía se desconoce cuando llegará a Málaga. El comercio donde trabajaba volverá a cerrar hoy jueves tal como ya hizo ayer en señal de duelo. No es la primera vez que ocurre un suceso así en un safari. En España, dos turistas alemanes fallecieron a causa del ataque de tres tigres en Alicante. En este caso, la pareja se bajó de su vehículo para contemplar de cerca a los felinos.