El menú del bar Mercado de Huelin: 5 euros (pese a la inflación)
Tras medio siglo abierto, el local ofrece comidas a precios lo más económico posibles
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El gazpachuelo, los macarrones o la cazuela de patatas son los platos favoritos de muchos de los clientes del bar Mercado de Huelin. Después de 50 años continúa abierto para dar de comer y desayunar a los vecinos del barrio. El menú cuesta cinco euros y ni la subida de los precios de los alimentos, ni de la factura de la luz han hecho que la dueña del bar, Carmen Martín, aumente el coste de sus comidas.
Durante ocho años el menú estuvo a 3 euros, pero tras abrir después de la pandemia, lo subieron a 5. Carmen Martín trabaja en el bar desde hace 31 años y lo regenta desde hace 15 y asegura que al tener el menú a este precio “no tenemos beneficios, lo comido por lo servido”. Todo el dinero que recauda lo invierte en pagar los alimentos, las facturas y el salario de sus empleados. Actualmente, trabajan en el establecimiento siete personas, con ella incluida, las mismas que lo hacían antes de la pandemia y las mismas que lo harán siempre que el bar esté abierto.
El local no ha subido el precio de su menú, pero sus gastos sí se han visto incrementados. Su factura de la luz ronda los 3.000 euros y en ocasiones debe pagarlo con fraccionamientos para llegar a fin de mes. Con la carne le sucede algo parecido, antes la pagaba a diario y ahora lo hace semanalmente para poder permitírselo.
Martín, de lunes a sábado, llega al local a las seis de la mañana, a las ocho llegan sus compañeros y comienzan a dar los desayunos, que es “lo que tiene más tirada”. Seguidamente, acude al mercado para comprar los alimentos que van a utilizar para cocinar la comida del día. “Todos los productos son de mercado, lo único congelado que hay son las patatas fritas”, admite.
Dependiendo del día cocinan unos platos u otros. Por un lado, tienen fijos todos los días. “Los lunes hay lentejas, los martes gazpachuelo, los miércoles arroz, los jueves preparamos cazuela de patatas, los viernes repetimos gazpachuelo porque es el plato estrella y los sábados hacemos arroz de nuevo”, sostiene Carmen. En cuanto a los segundos, estos varían según el día y los precios de los productos del mercado. “Si un día están más baratas las sardinas, pues las compro, si al día siguiente son los jureles, pues me los llevo” y así diariamente. Martín acude al mercado y compra aquellos alimentos que los trabajadores del mercado le comentan que están más baratos.
Los clientes, en su mayoría, son personas del barrio de Huelin que conocen este establecimiento desde que se abrió. Muchos acuden a diario desde hace años, otros vienen de paso y algunos han conocido hace poco la existencia del local, pero Carmen insiste en que la mayoría de los clientes son vecinos de la zona, jubilados, obreros, discapacitados y “gente que duerme en la calle a la que le damos de comer gratis”. En definitiva, “personas del barrio y otras muy necesitadas que no llegan a fin de mes”.
Carmen y Lola son dos mujeres que conocen el bar desde hace muchos años y han decidido llevar a su amiga Carmela a comer para que pruebe sus platos. El precio y la calidad de las comidas es lo que hab traído a las tres mujeres al establecimiento. Lola asegura que siempre que va a la playa, “en vez de irme a mi casa a comer, prefiero sentarme y comer aquí”. Asimismo, Carmen ha tapeado siempre en el bar y Carmela está impaciente por probar la comida porque le han hablado “muy bien desde siempre” del local y espera que cumpla sus expectativas.
Por otro lado, Roberto vive al lado del bar Mercado de Huelin y come todos los días en el bar desde hace 12 años. “Estoy muy contento, se portan muy bien conmigo y estamos todo el día de bromas”, asegura. En cuanto a las comidas no puede elegir entre el arroz, los macarrones, el gazpachuelo y la cazuela de patatas porque insiste en que todo está buenísimo. En este punto, coincide con él otro vecino del barrio que señala que en el momento en que probó el gazpachuelo se sorprendió porque era “como el que hacía mi madre”.
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