El primer día con las monedas conmemorativas de la Princesa Leonor a la venta cosecha un enorme éxito en Málaga. Desde primera hora de la mañana, no fueron pocos los que, ataviados con indumentaria acorde a la previsión del tiempo, acudieron prestos a la sucursal del Banco de España para hacerse con una o varias de ellas. Particulares picados por la curiosidad, coleccionistas afanados en aumentar sus pequeños tesoros personales y no pocas personas que iban por encargo de sus más allegados resultaron los perfiles más frecuentes al otro lado de las puertas de la entidad. 

Una de ellas fue Lucía De la Torre, que acudía con una sonrisa de oreja a oreja a hacer el trámite. Se reconocía, asimismo, "muy ilusionada". Al cabo, una heredera al trono no cumple 18 años y jura la Constitución todos los días, por lo que lo considera "un bonito recuerdo" de un día señalado en la historia de España.

Aunque en su caso el mayor aliciente para salir a la calle a hacerse con una ha sido "la defensa y apoyo de manera pesonal a la Monarquía parlamentaria y la Constitución". Más todavía, relata, "justo ahora que se ve amenazada". Por estos mismos motivos, ha adquirido seis. "Una para mí y las otras para regalar". Original, desde luego, es. 

Por su parte, Antonio Fernández se dirigía hasta allí para hacerse con tres porque lleva coleccionando monedas "toda la vida": de los 14 años a los 57 que tiene. "Desde que empecé cuando era un chavea siempre las pedía de regalo", cuenta. Al principio, también se decantó por los sellos, pero la numismática acabó por convertise en su principal pasión. Su plan, en cualquier caso, pasa por vender alguna de las tres que ha comprado.

Antonio Fernández.

Ésta, además, resulta la ocasión propicia para los que, como él, gustan de reunir estas cosas. Sobre todo porque si se pone un poco de empeño es fácil adquirir una, toda vez que está previsto que se realice una tirada de un millón de ejemplares. Aunque eso tiene su parte mala para aquellos que pretenden sacar beneficio. "Como es Leonor, todo el mundo quiere una". Particularidad que, a todas luces, disminuye su precio en el mercado. Sin embargo, explica, para él prevalece la afición al rédito económico. 

No le resultó tan sencillo a Charo Alcalde, que acudió pero sin dinero en efectivo, por lo que tuvo que desviar su itinerario hasta un cajero para después volver al Banco de España. "Nunca se sabe si esto es sólo una cosa puntual o si puede ser una inversión en el futuro", reflexiona. Es por eso que se lleva tres: dos para sus hijos y una para su yerno. También porque las usará como regalo. "Para regalar un décimo de lotería siempre hay tiempo. Mejor esto que es, por decirlo de alguna manera, más elegante". 

Entrento, Araceli Gómez hacía lo propio porque su novia, militar destinada en Líbano, quería tener algún ejemplar, ya que también es coleccionista. A cuya petición se añadieron, claro está, unas cuantas más de compañeros de destacamento, que no tenían quien les hiciera el favor y no podían quedarse sin ellas. Y eso era incocebible porque, cuenta, "son españoles muy patrióticos". 

Araceli Gómez.

Similar al de Charo Alcalde era el caso de Ana García, quien las ha comprado simplemente para dárselas por Navidad a sus seres queridos. En concreto, a gente joven "de edad similar a la de Leonor". Aunque lo hace con vistas a un futuro lejano. "Seguramente ahora no les haga tanta ilusión. Es para que las guarden y que el día de mañana, si quieren, las vendan". 

Otro coleccionista de pro desplazado hasta la entidad fue Luis Arrabal quien, no obstante, no pretende adquirirlas con fines comerciales, sino para que su hijo "conserve un recuerdo". Él, detalla, ya posee un lista bastante nutrida, que aumenta tanto con las emitidas a propósito de situaciones concretas (ésta, por ejemplo) como gracias a aquellas que encuentra con su detector de metales. La mayoría, pesetas. 

Sin embargo, no todos tuvieron tanta suerte por desconocer que para comprar una de estas monedas (cuya unidad vale 40 euros) es necesario pedir cita previa. Con el añadido de que, los que llegaban en esas condiciones, veían que no había más citas disponibles hasta el próximo viernes. Tendrán que seguir esperando.