La Audiencia Provincial de Granada ha confirmado la sentencia que anuló la patente de un lector de tarjetas inteligentes como el Documento Nacional de Identidad (DNI) electrónico "por falta de novedad y actividad inventiva, falta de aplicación industrial y falta de claridad".

Esta decisión es el resultado de la demanda de dos fabricantes de lectores de tarjeta inteligente, entre ellos C3PO, SL, presentada en 2006 contra Diego Antona, gerente de la compañía malagueña Kalysis Iberia SL, que aseguró poseer la patente de los lectores del nuevo DNI electrónico.

La Audiencia confirma íntegramente la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 14 de Granada sobre este "adaptador de tarjetas inteligentes a puerto estándar para dispositivos de conexión a internet orientado a transacciones telemáticas" y desestima el recurso de apelación de Antona. El fallo del juzgado estimó la demanda de las dos empresas y declaró la nulidad de la referida patente de invención española "ES 2.186.5342.186.534, número de solicitud 2001101056" por "falta de novedad y actividad inventiva en todas sus reivindicaciones, así como por falta de aplicación industrial y por falta de claridad que impide a un experto ejecutarla" e impuso las costas al demandado.

La empresa C3PO destacó ayer que esta patente fue esgrimida por Kalisys "en un intento por hacerse con el monopolio de la venta de dispositivos lectores de tarjeta inteligente en el momento de la implantación del DNI electrónico en España.