Los empresarios de los polígonos industriales de Málaga plantean crecer hacia el Valle del Guadalhorce ante la actual falta de suelo industrial disponible. Un déficit en la oferta que, según indican varias fuentes del sector, no sólo ha acabado "disparando los precios del metro cuadrado", sino que también "expulsa" a los inversores interesados en Málaga hacia localizaciones menos costosas. 

En este sentido, el presidente de la Asociación de Polígonos de Málaga (APOMA), Antonio López, afirma que la cantidad de suelo libre "en el área metropolitana" es en estos momentos "prácticamente inexistente". Hecho que si bien "ha sido una constante en los últimos 20 años se encuentra en máximos históricos", lo que le sugiere un paralelismo con la "situación de la vivienda en la provincia".

Un problema que, según cuenta, está suponiendo que los inversores se trasladen a ubicaciones "más baratas" como "Sevilla, Madrid o Barcelona". Y es que una fábrica "puede llegar a necesitar 100.000 metros cuadrados" y una sociedad de distribución "entre 5.000 y 10.000". Pastillas que "son imposibles de conseguir" en Málaga. "Aquí, si acaso, las hay disponibles en torno a los 1.000", aclara. 

Aunque lo que más preocupa a López es la riqueza que se deja de crear tanto por las pymes locales, que "tienen escaso margen de maniobra", como por las multinacionales, que "pudiendo irse a otro lado lo hacen sin problema".

Mención aparte merecen las empresas que directamente optan por marcharse cuando vienen mal dadas. Una práctica "normal" entre las tecnológicas por la escasa cantidad de recursos invertidos en infraestructuras en comparación, por ejemplo, con las industriales, que es "más complicado que se marchen por el importante desembolso que realizan". 

Por su parte, el ex presidente de APOMA y actual presidente de la Cámara de Comercio de Málaga, Sergio Cuberos, detalla que los precios de los suelos rústicos, en los que ya es posible edificar con fines industriales por la ley del suelo andaluz, "pueden llegar a alcanzar los 600 euros con todos los costes añadidos". 

Asimismo, explica que "uno de los pocos terrenos" cercanos al núcleo de la ciudad que tienen suelo industrial son "los que corresponden al planteamiento de la fallida Expo" y sobre los que planea la sombra de la duda de un nuevo proyecto de Exposición Internacional en 2032.

Una propuesta que, de formalizarse, "los dejaría en suspenso durante años". Por el momento, el unico trámite que los atañe es un proceso para modificar el uso de estos terrenos a logístico mediante un Plan Especial de Interés Supramunicipal que ya cuenta con aprobación inicial. 

Cuberos, además, enumera otros factores que vienen repercutiendo negativamente al sector, entre los que destaca la "inseguridad jurídica" o la "excesiva burocracia", dada la cantidad de trámites a realizar por los fondos de inversión logística interesados, y que en algunos casos suponen una demora de "varios años para conseguir los permisos". Motivos por los que cree que la solución pasa, en primer lugar, por "cumplir los tiempos" y, en segundo, por "reducir las cargas". 

Desde la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de la capital informan al respecto de que están ultimando un estudio acerca de las cargas externas que pueden reducirse (las que tienen que ver con el Plan Especial de Inversiones Básicas) por las que en la actualidad es preciso abonar 90 euros por unidad de aprovechamiento (equivalente a cada metro cuadrado con capacidad edificable) y a los que la Gerencia prevé aplicar "rebajas considerables", una medida que ayudaría a los inversores y aminoraría el precio final. 

En estos momentos, se marcan el mes de octubre como plazo límite y se encuentran finalizando el montaje del expediente técnico y la memoria económica pertinente para poder llevar a aprobación el avance a la Junta de Gobierno Local.