El precio de la vivienda sigue creciendo como la espuma de la cerveza tirada en un chiringuito en la Costa del Sol. Sólo en las Islas Baleares el precio de adquisición ha subido más en las costas españolas, mientras que en lo que se refiere al encarecimiento del alquiler, sólo los archipiélagos canarios y baleares están por encima. Pasar una semana de vacaciones en la Costa del Sol cuesta ya 1.018 euros de media, mientras que comprar una vivienda en propiedad asciende hasta los 337.665 euros. 

Es obvio que con estas cifras, que se desprenden de un estudio de pisos.com, la Costa del Sol no es para el bolsillo de todo el mundo. En sólo un año, el precio de venta se ha incrementado un 7,56 % y los alquileres un 11,14 %. Esto es que adquirir una vivienda ha aumentado cinco puntos porcentuales por encima del comportamiento de la costa española, la misma distancia que separa el aumento del precio de los alquileres. 

Desde la inmobiliaria sitúan la rentabilidad de la Costa del Sol en un 2,41 %, por debajo de la media española y el tiempo de amortización de la compra en 33 años, uno por encima de lo general en la costa patria. 

Una vivienda tipo en venta en las playas españolas cuesta, de media, 259.071 euros, un 2,84% más que en 2022, cuando el precio medio fue de 251.927 euros. La variación hace un año fue del 5,86%. En el ámbito del alquiler, se ha pasado de una renta media de 796 euros semanales a 844 euros, lo que se traduce en un repunte interanual del 6,05%. El año pasado se registró una subida del 6%.                      
 
En cuanto a la amortización, en el último año se reduce de 32 a 31 años el tiempo que debe pasar para que el propietario amortice la compra, suponiendo que se disfrutara del piso dos semanas al año y se alquilara a un tercero ocho semanas más. Respecto a la rentabilidad por alquilarlo, esta ha crecido del 2,53% en 2022 al 2,61% en 2023.

Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, asegura que “el negocio del alquiler turístico proporciona una rentabilidad muy atractiva”. A raíz de la Ley de Vivienda, el portavoz del portal inmobiliario indica que “la oferta de pisos de alquiler vacacional en las costas españolas dentro de pisos.com ha subido casi un 9% frente al año pasado”. El experto argumenta que “el ya de por sí escaso producto para inquilinos residenciales que existe en algunas de estas localizaciones se va a ver aún más mermado debido a las restricciones impuestas por la nueva normativa, lo que va a complicar el alojamiento de trabajadores del sector servicios”.

Costa del Garraf (521.867 €) repite en primera posición en el ranking de los pisos medios más caros en venta. Baleares (424.747 €) y Costa Vasca (421.621 €) ocupan el segundo y tercer lugar. En cuanto a los pisos medios más económicos, se localizan en Costa de Almería (127.595 €), Costa Cálida (158.116 €) y Rías Altas (158.382 €), al igual que el año pasado. Baleares (8,01%), Costa del Sol (7,56%) y Canarias (6,16%) son las zonas que más han subido frente a 2022. Las costas que han bajado sus rentas son Costa de Valencia (-2,30%), Costa del Azahar (-1,93%) y Costa Verde (-1,26%).

Al igual que en 2022, los litorales de Almería (490 €/semana), Rías Baixas (501 €/semana) y Rías Altas (530 €/semana) son los más asequibles para el alquiler, mientras que Baleares (2.121 €/semana), Costa Brava (1.490 €/semana) y Costa del Garraf (1.360 €/semana) son los más costosos. Atendiendo a las variaciones interanuales, las mayores bajadas se dan en Costa del Azahar (-2,87 %), Costa de Valencia (-2,45 %) y Costa Cálida (-1,73 %). Las que más crecen son Canarias (12,35 %), Baleares (12,04 %) y Costa del Sol (11,14 %).

Respecto a la rentabilidad, la costa que más beneficios reporta a los propietarios es Baleares (3,99 %), un enclave en el que se necesitan 20 años para recuperar la inversión. Por su parte, la zona donde menos se gana con el alquiler es la Costa Vasca (1,61 %), donde se tardan 50 años en amortizar la compra.