Las aulas prefabricadas no abandonan el panorama educativo de la provincia. Algunas porque sus centros matrices están en obra y otras porque la presión demográfica es mayor que las infraestructuras disponibles en ese entorno, las llamadas caracolas continúan instalándose en los centros. Según una respuesta de la consejera de Educación publicada ayer en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía, este curso 2017-2018 la provincia de Málaga cuenta con 45 módulos temporales, lo que suponen unas 90 aulas para alojar a casi 2.000 alumnos. Estas prefabricadas están repartidas en 30 centros de los municipios de Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Benahavís, Vélez-Málaga, Benalmádena, Estepona, Cártama, Fuengirola, Mijas, Marbella, Manilva, Nerja, Torre del Mar, Rincón de la Victoria y Málaga capital.

Este año han sido siete centros los que han estrenado más de diez módulos prefabricados nuevos. El IES Profesor Tomás Hormigo de Cancelada cuenta con módulos por necesidad de escolarización, la misma razón de la instalación en el CEIP Jardín Botánico del Chaparral de Mijas y en colegio Rosa de Gálvez en Málaga. Por obras se han tenido que ubicar a alumnos en prefabricadas en los institutos Cartima, en Cártama, Torre Atalaya en la capital, Sierra de Mijas y Vega de Mar, en San Pedro Alcántara.

Tras la construcción del colegio Indira Gandhi de Las Lagunas de Mijas y la erradicación de sus múltiples aulas temporales, los centros que más prefabricadas acumulan este curso son el colegio La Mata de Cártama con tres módulos, el CEIP La Campiña en la Estación de Cártama, también con tres, y el CEIP Jardín Botánico de El Chaparral con cuatro, según los datos publicados por la Consejería de Educación.