Finaliza mayo y la unión entre calle Salitre y calle Alemania sobre el Guadalmedina sigue vallada, pero sin que se vea ningún tipo de actividad en ella. Todo ello, pese a que el concejal de Urbanismo y Ordenación del Territorio, Raúl López, anunciase a principios de año que el llamado ‘puente del CAC’ estaría abierto al público antes de verano.

Los trabajos de adecuación de los estribos, el último paso antes de colocar la pasarela, ya están completamente terminados, por lo que la unión entre Salitre y Alemania está a la espera de que llegue la infraestructura. Los problemas para obtener las materias primas necesarias para fabricarla son los que han hecho que el puente se esté demorando de esta manera en el tiempo.

Esta crisis de proveedores es la que ha tenido a la obra parada casi por completo –con la salvedad de los trabajos para colocar los estribos– y que ahora se puede reactivar. El Ayuntamiento ha conseguido que algunos proveedores vuelvan a suministrarles materias primas, con bastante sobre coste sobre el precio presupuestado y muchas de las obras que se encontraban a la espera volverán a ponerse en marcha.

En el puente del CAC, en concreto, el problema era que la empresa adjudicataria no conseguía el material necesario para ensamblar la pasarela. Una vez que la empresa reciba el material necesario –lo que podría demorarse dependiendo de su procedencia– esta tardaría en ensamblarse dos meses. Por lo que, al menos, hasta bien entrado el verano no se podrá cruzar sobre el Guadalmedina entre las calles Salitre y Alemania.

Esta no es la única obra que se reactiva, afirma el concejal de Urbanismo, que se alegra porque muchos de los trabajos que aquejaban una falta de suministros, como los de Salvador Rueda, se están reactivando poco a poco.

En el resultado final, a diferencia de la que se demolió en junio de 2020, los accesos a la pasarela no tendrán rampas, sino que la pasarela “flexará en los laterales para acomodarse tanto al entorno de Salitre como a la plaza del CAC, para que el acceso sea más cómodo”.

La empresa seleccionada para esta actuación es la unión temporal integrada por Construcciones Garrucho y Tevaseñal. Su oferta fija el coste final en 404.991,26 euros, IVA excluido, (490.039,42 euros, IVA incluido), siendo el plazo de materialización de tres meses.

El proyecto final transforma por completo la imagen del puente anterior. Urbanismo apuesta por un diseño novedoso, que prescinde del hormigón armado postesado (correspondiente al puente integral existente actualmente) para utilizar cerchas metálicas. A estos se suma la inclusión de criterios de accesibilidad universal y la defensa de un concepto “contemporáneo” a través de una doble piel de aluminio perforado que envuelve a las cerchas metálicas. De este modo, se busca que la infraestructura tenga “cierto carácter escultórico, lo que generará una sinergia con el CAC”.