El puerto de Málaga se prepara para suministrar gas. El Consejo de Administración del Puerto aprobó el pasado 28 de junio la iniciativa de convertir al recinto portuario malacitano en un puerto verde. Este ambicioso proyecto, centrado en realizar todo tipo de mejoras medioambientales, desde hace algunas semanas tiene sobre la mesa la posibilidad de que se puedan realizar desde los muelles malagueños operativas de suministro de Gas Natural Licuado (GNL).

Centrada la industria marítima en la reducción de productos contaminantes y con la entrada en vigor en 2020 de una serie de normas que la Organización Marítima Internacional ha establecido para rebajar las emisiones, la opción de que los barcos naveguen propulsados por gas es ya una realidad; un hecho que se irá incrementando en los próximos años con el objetivo de minimizar la polución producida por los dióxidos de carbono y nitrógeno, el óxido de azufre y las partículas sólidas en suspensión que salen de las chimeneas de los barcos.

Frente a estas circunstancias y con las llegadas en septiembre y octubre de los ferries de Baleària Sicilia y Marie Curie, ambos habilitados para navegar propulsados por Gas Natural Licuado, el puerto afronta la necesidad de posibilitar que estos buques, que cubren la línea regular con Melilla, puedan realizar operativas de suministro de gas en los muelles malagueños.

Y si bien el puerto dispone de un completo plan de actuación donde se reseñan con todo lujo de detalles las actividades y operativas que pudieran producir algún tipo de contaminación, la novedosa llegada de los barcos GNL requiere de una ampliación de estas medidas de seguridad medioambiental.

Ante esta necesidad, desde hace unos días, según ha podido saber Málaga Hoy, el puerto está realizando un estudio que, a cargo de una consultora externa, valorará cómo hay que acometer los repostajes de gas. Con la intención de que este informe esté listo para diciembre, las normativas para estos suministros que se deberán realizar en los muelles tres o cuatro, tras recibir la aprobación definitiva de técnicos del puerto y de Capitanía Marítima darán luz verde a esta actividad; un repostaje que podría hacerse efectivo a principios de 2020.

Una muy buena oportunidad para que, de una forma segura y sin riesgos medioambientales, el puerto malagueño pueda ofrecer repostaje a buques GNL; una medida muy acorde con la iniciativa aprobada en junio de un puerto verde.

Más información sobre marítimas en El blog de Juan Carlos Cilveti: La mar de historias.