Ruedas Redondas denuncia que los días de lluvia acentúan la "peligrosidad" de los carriles bici

Aseguran que no están construidos con los materiales adecuados y que en muchos puntos se crean balsas de agua

Málaga contará a partir de 2026 con un servicio público de bicicletas eléctricas en la ciudad

Ciclista en el carril bici de la Alameda principal
Ciclista en el carril bici de la Alameda principal / Javier Albiñana

Ir en bicicleta en Málaga se ha convertido en un desafío para muchos ante la falta de visibilidad en "puntos negros", la alta afluencia de personas que se cruzan sobre los carriles habilitados y el propio diseño de estos. Así lo destaca a este periódico la presidenta de la Asociación de Usuarios de la Bicicleta de Málaga, Ruedas Redondas, María José Márquez, quien incide en un aumento "aún mayor de la peligrosidad" cuando la lluvia entra en juego, y deja suelos resbaladizos, balsas de agua y acumulación de barro y tierra sobre las vías dedicadas a este medio de transporte.

"Ahora estamos teniendo mayor incidencia generalmente con estos tres problemas grandes. El propio carril bici no siempre se hace con materiales correctos, en cuanto caen dos gotas es muy fácil que la bici te resbale, y ello se suma a la acumulación de agua que no se evacúa o de barro y tierra al estar, muchas veces, cerca de una zona de jardín. Ya de por sí es más peligroso ir en bici que en coche, pues encima en los carriles bici encontramos otras cosas. Es una proeza que la gente se atreva a ir en bici a veces en Málaga y en estos días de lluvia, más todavía", recalca Márquez.

Desde el colectivo reclaman más medidas a la administración municipal ante las "deficiencias" que detectan. En concreto, respecto a "los puntos negros de visibilidad", que visibiliza como uno de los principales inconvenientes, como, según ejemplifica la presidenta de Ruedas Redondas, la calle Herrera Oria, con dificultades en los giros a la derecha donde los coches "no te ven", o los propios autobuses y camiones de basura son más altos "tienen más problemas" en este sentido: "Un camión de basura estuvo a punto de matar a un hombre delante de mí", insiste.

Carril bici Alameda Principal
Carril bici Alameda Principal / Javier Albiñana

Así, a este inconveniente se suma la alta afluencia de personas en zonas muy concurridas y céntricas como la Alameda principal o el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso donde "no para de pasar gente y es un horror" para las personas que van andando y las que van en bicicleta. "Tenemos que estar frenando y todas las paradas no tienen un paso de peatones, la única manera es invadir el carril bici e ir andando por ahí. Está muy mal diseñado, a posteriori, sin contar con nosotros y sin pensarlo muy bien", apunta Márquez, quien añade que si "a nosotros nos fastidia compartir espacio con el coche, que nos hace sentir vulnerables, tampoco queremos que el peatón se sienta así, afectados por nosotros".

Estado de los carriles y actuación

Todo ello, sucede en un contexto, en el que además se unen carriles de bici "muy estrechos", también compartidos con patinetes y personas en patines; "carriles 30, absolutamente abandonados"; y el estado "fatal" del asfalto en algunos de ellos. Destacando, en concreto, la avenida Manuel Agustín Heredia, donde el pavimento tiene "un agujero, una alcantarilla o un adoquín levantado y no se puede apartar la vista de la carretera" para no encajar la rueda en algún sitio, sin dejar de ser "el peor punto negro, allí donde no hay carril", como ocurre en el túnel de la Alcazaba.

Para arreglar los desperfectos y plantear nuevas soluciones, la representante de Ruedas Redondas pide que se evalúe "la formación" de las personas encargadas de diseñarlos y que tomen de ejemplo manuales de diseño "como el de Oslo o el del Ministerio de Transportes", sobre todo "para que estas vías no pasen por delante de una para de autobús" como sucede justo delante de la Plaza de Toros, en el paseo de Reding; o se plantee el uso de "calles secundarias" como "ciclables", con paso también para los coches en menor velocidad.

"Esta medida se está trabajando en París desde el coronavirus y en Bruselas llevan 10 años con una revolución en este tema. Aquí el código de regulación ya lo está recogiendo pero hay que ejecutarlo y cuesta poco dinero. Hay que hacer un estudio de calles ciclables, señales y pintar el suelo. No hay una solución única, sino que la respuesta es la combinación de todas ellas".

Ciclistas en el centro de Málaga
Ciclistas en el centro de Málaga / M.H.

También, desde el colectivo plantean que "se priorice" eliminar espacio del coche en detrimento del dedicado al peatón, ya que "el miedo a que la infraestructura no sea segura es un motivo para no coger la bici, más para las mujeres que para los hombres, en general", que se suma al "desconocimiento" de no saber por dónde seguir, una vez el carril bici se acaba; y del resto de usuarios, que tampoco piensan en que "la bicicleta debe ir enmedio del carril y no a la derecha, para no llevarse golpes de otros coches que puedan abrir la puerta, por ejemplo".

Como puntos positivos de estos carriles bici, por otro lado, Márquez recalca la zona de la Avenida de Andalucía y los Jardines Picasso, donde pese a ser más antigua la parte de los peatones está "bien delimitada" y existe una zona de vegetación que separa a los ciclistas "del tráfico rodado", evitando respirar el humo de los coches; o la zona de las torres de Martiricos, más nueva, donde "se han pensado bien los espacios" para los viandantes, los coches y las bicicletas, de forma separada.

"Nosotros nos hemos ofrecido al ayuntamiento, al área de movilidad y hemos pedido también audiencia con urbanismo y alcaldía para ponernos a disposición y ayudarles en lo que necesiten para fomentar el uso de la bici y que podamos compartir el espacio público todo el mundo sin pelearse. Cualquier cosa para hacer que la ciudad no sea tan desagradable, tan ruidosa ni tan contaminada. La cifra de la intensidad de medios de tráfico no para de aumentar y cada vez hay más coches".

Los ciclistas, a pie de calle

Por su parte, varios ciclistas que a diario recorren el centro, manifiestan su opinión respecto a los carriles bici que frecuentan, teniendo en cuenta sus virtudes, defectos y oportunidades de mejora.

"Yo voy todos los días de Málaga al Puerto de la Torre y al menos en el recorrido que hago los veo bien, salvo algun peatón que se cruza cuando no debería. Quizá falten por el casco antiguo, pero por dónde yo voy, perfecto", comenta Javier, ciclista de la zona.

A sus palabras, le siguen la de Rafael, también habituado a este medio de transporte y a sus vías en Málaga, que considera "están mejorando" y "han aumentado" en número aunque "siempre hacen falta más", ya que "algunas conexiones son complicadas y obligan a meterse en la calle, lo que no es una opción que uno valore positiva", o haya ocasiones en las que "aparezcan charcos".

"En la Alameda había se ha señalizado mejor y ahora hay mucho más, pero aquí hace hace unos meses no había ni siquiera marca, entonces ha mejorado un montón, al menos la gente es un poquito más consciente, pero este sitio siempre es el más caótico", añade.

Así, Omar, ciclista de camino al trabajo, cuenta como algunos de los carriles por los que pasa "están echos polvo, con desnivel, sobre todo, donde hay alcantarillas", y cómo empeora la situación cuando llueve: "Es muy resbaloso. Si no tienes unas llantas adecuadas para esto días, vives en el piso", concluye.

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