Rutas y sendas por Málaga para este atípico otoño del coronavirus
Redescubriendo Málaga
Como no sabemos qué pasará en el futuro, disfrutemos de la libertad con la que todavía contamos
Esperemos lo mejor, preparémonos para lo peor
Y salgamos mientras podamos
Ya puede ser el otoño todo lo atípico que quiera, que una visita al Bosque del Cobre es siempre de obligado cumplimiento, medidas sanitarias y toque de queda mediantes, que la salud, como bien hemos aprendido, sino lo sabíamos ya, es lo más importante.
Y otra cosa que hemos aprendido: si recorrer la provincia malagueña es un placer... lo es y punto. Sea en la época que sea.
Pero ahora es otoño. El primer otoño del coronavirus, y esperemos que el último, y caminar por las senda del interior de Málaga en esta estación es un verdadero gustazo, de una belleza sobrecogedora.
Y son muchas las rutas otoñales que podemos trazar para intentar olvidar que vivimos en esta realidad de ciencia-ficción. Ante este panorama, que no os extrañe si al hacer alguna de las rutas que a continuación os presentamos sufrís un brote del mal de Stendhal.
¿Qué mejor que nos dé un tabardillo al contemplar tanta belleza paisajística?
Pues, hala, al campo a subir cuestas, a darle patadas a las piedras y a cansar a los niños, que todavía, por el momento, nos dejan.
El Bosque de Cobre de la Serranía de Ronda
¿Alguna otra estación quiere más a la Serranía de Ronda que el otoño? Si alguna vez nos faltan las ganas de reciclar, o nos da por coger el coche para hacer un trayecto de medio kilómetro, o tenemos la tentación de tirar una colilla por una alcantarilla, el mero recuerdo del Bosque de Cobre nos debería hacer recapacitar.
El Bosque de Cobre se ubica fundamentalmente en el Valle del Genal, el cual, junto a la meseta y el Valle del Guadiaro, forma la serranía rondeña.
El otoño regala a las localidades que conforman este cúprico paisaje una de las estampas más espectaculares de la provincia de Málaga. Cuando llega el verano, vaya, vaya, en Alpandeire, Benadalid, Benalauría, Cartajima, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Pujerra y Yunquera no hay playa.
Pero cuando llega el otoño la falta de litoral se suple con creces ante una visión como la que ofrecen los castaños y la caída de sus hojas que cubren el suelo con un pantone donde los marrones, amarillos, naranjas y ocres derivan en miles de combinaciones cromáticas.
El escritor Philip K. Dick aseguraba que algo que él creía que era Dios le había enviado directamente al cerebro un rayo láser de un rosa que no existía en la naturaleza; y eso mismo nos parece a nosotros cuando nos enfrentamos al Bosque de Cobre y descubrimos colores nuevos que nunca habíamos visto antes.
Los pueblos que han surgido bajo la sombre del Bosque de Cobre cuentan con una enorme tradición en torno a la castaña y visitarlos en cualquier época del año es una gran oportunidad para descubrir hermosos paisajes, una sabrosa gastronomía y numerosas fiestas.
En el Bosque de Cobre podemos disfrutar de numerosos senderos y rutas, ya que es muy extenso, pero debemos recordar que no es un lugar público, sino que los castañares son fincas privadas que dan sustento a gran parte de la población de la zona.
Por tanto, se han de recorrer con gran respeto y civismo. Es decir, como se debe recorrer cualquier espacio natural, sea privado o público.
Este bosque se aprecia mejor usando los senderos locales o los de gran recorrido, como es el caso de la Gran Senda de Ronda (la denominada GR-141), que contiene varias etapas (4, 5 y 6) que discurren cerca del río Genal y de los castaños que conforman este bosque cobrizo.
Como decimos, existen numerosas opciones para disfrutar del Bosque de Cobre. Por ello se ha elaborado una relación de senderos de todo tipo, desde los de Gran Recorrido (GR), hasta otros más cortos y más fáciles de recorrer en familia, como son los senderos de Pequeño Recorrido (PR) o los Senderos Locales (SL).
Así, entre los senderos de Gran Recorrido del Bosque de Cobre encontramos el GR-249 (etapa 27: Benalauría-Genalguacil), mientras que en los de Pequeño Recorrido encontramos muchos más (PR-A 221: Ronda-Cartajima; PR-A 222: Parauta-Cartajima; PR-A 224: Cartajima-Júzcar; PR-A 225 Júzcar-Pujerra...).
Finalmente, entre los Senderos Locales, perfectos para disfrutar un domingo en familia, están el SL-A 141: Yunquera-Los Sauces, SL-A 164: Los Saucillos, SL-A 173: Charco de la Cal y SL-A 174: Las Caleras, en Igualeja estos dos últimos.
Ruta de Las Pilas de Alfarnate
La ruta de Las Pilas de Alfarnate arranca en Alfarnate y a lo largo de su recorrido disfrutaremos de diversas fuentes.
Entre ellas encontraremos las Pilas del Cerezal, las Pilas del Prado de Herrera, las Pilas de Castillejo y las Pilas de Barrionuevo.
En el camino también nos encontraremos con hermosos accidentes geográficos como las paredes verticales calizas del Tajo de la Palomera, refugio de cabras monteses y promontorio ideal para que las rapaces establezcan sus nidos.
Una hermosa ruta que no dejará indiferente a nadie.
Ruta de los Tajos de Sábar de Alfarnatejo
En la provincia de Málaga encontramos algunos tajos de una belleza y espectacularidad inusitadas. Este es el caso de los que podemos visitar en esta senda y que reciben el nombre de Tajo de Gómer, el Tajo de Doña Ana y el Tajo Alto del Fraile.
Para visitarlos podemos realizar una ruta que discurre casi en paralelo al río Sábar que da nombre a este accidente geográfico de la Axarquía. Una ruta circular de unos 13 kilómetros que arranca y finaliza en la localidad tejona y que nos permitirá apreciar un hermoso exponente del Arco Calizo Central de Málaga.
La senda arranca, como hemos dicho, desde Alfarnatejo. Enfilados hacia el pico del Tajo del Fraile, el primer tajo que nos encontramos en nuestro camino.
Esta ruta no es especialmente dificultosa en su trazado, ni peligrosa -siempre y cuando extrememos la precaución, claro está-, pero sí debemos tener en cuenta que es exigente a nivel físico. Y un buen recordatorio de por qué debemos dejar de fumar de una vez por todas.
Ruta a Sierra Prieta desde Alozaina
El camino que nos conduce a la ruta de Sierra Prieta parte desde Alozaina, prácticamente en el corazón de Málaga. En ese punto surge un macizo formado por dos sierras que, por norma, son poco transitadas: Sierra Cabrilla y esta Sierra Prieta.
Enclavadas al noreste del Parque Natural de la Sierra de las Nieves, estas sierra forman un terreno rocoso, con pocos árboles, que, no obstante, en los meses húmedos del año suele ofrecer un precioso paisaje verdoso que recuerda a parajes más propios de tierras norteñas que a los de una provincia costera. Un ejemplo más de la diversidad de paisajes que Málaga ofrece a quien quiera explorar nuevas zonas de su geografía.
Estas sierras Cabrilla y Prieta tienen sus puntos más altos en los 1.497 metros de altitud y en los 1.525 metros, respectivamente. Y mientras Cabrilla está más cercana a Yunquera y la Sierra de las Nieves, Prieta se encuentra más cerca a Casarabonela y justo al suroeste de la Sierra de Alcaparaín.
La senda que recorreremos, sin embargo, como hemos dicho, partirá de Alozaina, siendo una ruta practicable en cualquier época del año, aunque es preferible hacerla en días despejados que permitan disfrutar de las vistas que el paisaje regala.
Es una ruta relativamente corta, de tan sólo ocho kilómetros, pero de gran desnivel, por lo que se tarda unas cinco horas en recorrerla. Es circular, porque nos marcharemos por donde hemos venido.
Si no somos habituales de esto del senderismo, hay quien recomienda comenzar la ruta a unos cuatro kilómetros de Alozaina, en la cañada de Fuente Techá, acortando el recorrido bastante.
Las recompensas de este camino son sus impresionantes vistas y el sentimiento de ser parte de la naturaleza
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